Las redes sociales ardieron tras el final de la final del Mundial entre Argentina y Alemania. Y no fue precisamente el gol de Götze a diez minutos del final, sino que el Balón de Oro del Mundial entregado sin ningún criterio futbolístico a Lionel Messi. El jugador argentino no fue incluido en el once más destacado del campeonato, realizó un too gris, pero sin embargo recibió un galardón patrocinado la Adidas, curiosamente el patrocinador de Messi. Una elección que ha ido en su contra y que podría perjudicar su reputación.
Nadie duda de que Adidas ganó goleada a Nike en su lucha la notoriedad de marca del Mundial de Brasil. Y es que a pesar de comenzar en desventaja patrocinando solo a nueve selecciones mundialistas, las diez de Nike, su presencia en la final fue arrolladora situando a las dos selecciones competidoras (Alemania y Argentina) con sus colores, algo que no pasaba desde Italia 90.
Por el contrario, Nike se tuvo que conformar con la final de consolación viendo como sus dos grandes apuestas (Brasil y Holanda) se quedaban sólo en la lucha el tercer lugar. Desde 2006 cuando Francia (Adidas) e Italia (Puma) disputaron la final en Berlín, Nike no se quedaba fuera de la final del campeonato.
A esto hay que añadir además la condición de patrocinador oficial de la FIFA que ostenta Adidas, lo que además de vestir a los árbitros y procionar el balón oficial (Brazuca) le coloca como patrocinador de tres de los seis premios individuales: el balón de oro, la bota de oro y el guante de oro. El de juego lpio se quedó sin patrocinador, mientras que el de hombre de cada partido es de Budweiser y el mejor jugador joven para Hyundai.
¿Con todos estos antecedentes había necesidad de generar aún más protagonismo entregando el balón de oro Adidas al icono publicitario de la marca alemana, a pesar de no merecerlo? Probablemente no, pero en temas publicitarios casi siempre pran los intereses comerciales sobre los publicitarios.
En este caso, visto el revuelo en redes sociales, la elección podría perjudicar directamente la agen de marca de Adidas, inmaculada hasta antes de entregar el balón de oro. El fuerte pacto mediático de Messi sumado a su mala actuación en el campeonato ha generado una ola de críticas, calificando la entrega del galardón de ‘pucherazo’ e involucrando directamente a Adidas como responsable de su entrega. Un error de cálculo que claramente está saliendo más caro que la notoriedad que se esperaba ganar con la entrega del premio a Messi.
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