Votrient® (pazopanib) es una terapia oral que se comenzó a comercializar en España hace tres años para el tratamiento del cáncer renal metastásico; administrado una vez al día, retrasa la progresión tumoral en pacientes con cáncer de células renales avanzado, el tercer tumor genitourinario en frecuencia.
Votrient (pazopanib) inhibe los mecanismos relacionados con la progresión del cáncer renal, bloqueando y reduciendo su creciento. Según el doctor José Ángel Arranz, del Servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, ‘desde su aprobación en España, decenas de pacientes con carcinoma renal metastásico han sido tratados con Votrient® en nuestro país. El sentir general entre los oncólogos y entre nuestros pacientes es que pazopanib es un fármaco muy bien tolerado y cuya eficacia en la práctica diaria coincide con los resultados de los estudios clínicos que sirvieron de base para su aprobación’.
Así lo avalan también los datos del estudio internacional COMPARZ (COMParing the efficacy, sAfety and toleRability of paZopanib vs. sunitinib), uno de los mayores ensayos clínicos realizados en cáncer renal, que ha contado con una significativa plicación de España, gracias a la participación de ocho grandes hospitales de nuestro país.
En este estudio comparativo y abierto, pazopanib ha demostrado no inferioridad frente a sunitinib en términos de supervivencia libre de progresión. El Dr. Arranz, investigador del estudio, ha señalado que ‘los resultados del estudio COMPARZ publicados en la revista NEJM, demuestran que se cumple el objetivo principal de no inferioridad de pazopanib frente a sunitinib, así como la ausencia de diferencias significativas en otros objetivos secundarios de eficacia, incluyendo la supervivencia global, cuyos datos han sido además actualizados recientemente y publicados en la misma revista. Por otro lado también se revela el buen perfil de tolerancia del fármaco. Con la suma de estas evidencias, pazopanib se consolida tanto como una de las opciones estándar para los pacientes con carcinoma renal metastático de células claras de pronóstico bueno e intermedio”. del estudio COMPARZ publicados en la revista NEJM, demuestran que se cumple objetivo principal de no inferioridad de pazopanib frente a sunitinib así como la ausencia de diferencias significativas en otros objetivos secundarios de eficacia incluyendo la supervivencia global, cuyos datos han sido además actualizados recientemente y publicados en la misma revista. Por otro lado también se revela el buen perfil de tolerancia del fármaco. Con la suma de todas estas evidencias, pazopanib se consolida tanto como una de las opciones estándar para los pacientes con carcinoma renal metastático de células claras de pronóstico bueno e intermedio’.
Los resultados también demuestran una diferencia estadísticamente significativa a favor de pazopanib en once de los catorce apartados sobre Calidad de Vida, que incluyen mediciones de fatiga, mucositis y síndrome manopie, entre otros valores. Según el Dr. Arranz, ‘a diferencia de la quioterapia clásica, pazopanib se administra vía oral de forma continuada, es decir, su administración es muy cómoda para el paciente’.
El futuro del cáncer renal
Según los datos recogidos en los últos años, parece existir una tendencia hacia un incremento de la incidencia del cáncer renal. Por ello, los expertos creen que el futuro de la enfermedad debe pasar el diagnóstico en etapas más tempranas, y las continuas mejoras de los tratamientos, ya que actualmente no existen programas de detección precoz de este tipo de tumores.
Para el Dr. Castellano, presidente del Grupo Español de Oncología Genitourinaria (SOGUG), ‘el uso de nuevas terapias dirigidas antiangiogénicas ha revolucionado en los últos 6 años el tratamiento de la enfermedad avanzada, consiguiendo mejorar los tiempos de recaída del tumor y en algunos casos la supervivencia global’.
Según este experto, ‘el futuro del tratamiento de esta enfermedad pasa identificar y seleccionar mejor los pacientes que se benefician de estos tratamientos y personalizarlos para conseguir los mejores resultados y la menor toxicidad posible en cada caso’.
En el manejo de los tumores localizados se han hecho cada vez más habituales los tratamientos conservadores, en los que se extirpa el tumor sin necesidad de resecar todo el riñón, preservando tanto la función renal. Sin embargo, los avances más espectaculares se han producido en el tratamiento de la enfermedad metastásica, con la aparición de medicamentos específicamente dirigidos a contrarrestar los mecanismos de desarrollo y diseminación tumoral; entre ellos destacan los fármacos antiangiogénicos. ‘Hoy conocemos ya la forma de utilizar estos fármacos eficazmente de manera secuencial para optizar su eficacia. Con todo ello, es muy probable que en un futuro no demasiado lejano consigamos convertir el cáncer de riñón metastásico en una enfermedad crónica’, según el doctor Arranz.