¿La homosexualidad justifica la prohibición del Gobierno francés de que las personas que cumplan con todos los requisitos sanitarios exigibles no puedan donar sangre? El Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea ya ha declarado que esta ley introduce ‘una evidente discrinación indirecta fundada en la combinación del sexo (los hombres) y de la orientación sexual (la homosexualidad y la bisexualidad)’. Sin embargo, la ministra de Sanidad francesa Marisol Touraine sigue haciendo oídos sordos. Por ello, cerca de 90.000 personas se han sumado a una petición en Change.org que solicita permitir donar sangre a los hombres homosexuales.
En verano, debido a los desplazamientos de la población a destinos donde pasar unos días de vacaciones, disminuyen las donaciones de sangre y, consiguiente, las reservas de este preciado líquido en los bancos de sangre de los diferentes países. Sin embargo, las necesidades de sangre continúan. Esto es algo que prevén las administraciones. A través de campañas estivales de concienciación invitan a donar antes de salir de vacaciones y, si no es posible, aprovechar la llegada de las unidades móviles a los pueblos de veraneo.
Ante esta situación podría resultar incomprensible que algunos países se nieguen a aceptar sangre de donantes que cumplan con todos los requisitos sanitarios previstos: ser mayor de 18 años, no padecer ninguna enfermedad de transmisión sanguínea, no estar en ayunas y pesar más de 50 kilos.
Tal es el caso del Gobierno de Francia. En este país es mantiene la prohibición de que ‘los hombres que tengan o hayan tenido relaciones sexuales con otros hombres’ puedan donar sangre. Ante esta situación legislativa y tras conocer que el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea considera esto ‘discrinatorio’, un joven de 22 años ha abierto una petición en la plataforma Change.org a la que en tan solo una semana se han sumado casi 90.000 personas.
Steven Kuzan argumenta que ‘donar sangre es un deber cívico, pero hoy en día en Francia está prohibido para los homosexuales, del mismo modo que está prohibido para los drogadictos o las personas con VIH y hepatitis’ Más allá de la discrinación que esto pueda suponer, Steven reacciona desde su posición de enfermero: ‘Elinen esta prohibición, es una necesidad de salud pública. Trato cada día con personas que necesitan sangre’.
El objetivo de esta petición es conseguir 60.000 firmas más. ¿Lo conseguirán?
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