El servicio de Urología del Hospital Universitario HM Sanchinarro, dirigido el Dr. Carlos Escalera, ha realizado con éxito dos cistectomías con sote robótico con derivación de la vía excretora de forma intracorpórea, una intervención que se realiza en pocos centros de España.
La Dra. Mª Lucía Osorio, miembro de dicho servicio, explica que en el hombre la cistectomía radical incluye la extirpación de la próstata y vesículas seminales en bloque con la vejiga. Y en la mujer, la extirpación del útero, trompas de Falopio, ovarios, uretra y una ción de pared anterior de la vagina junto con la vejiga.
Además, existe una fase reconstructiva que consiste en la realización de la derivación urinaria. Esta segunda parte es igual o incluso más tante en relación a las posibles complicaciones y a la calidad de vida del paciente. Existen dos tipos de derivaciones urinarias: externa, en la que la orina se conduce al exterior a través de la piel directamente o usando un asa de intestino desfuncionalizada para realizar un estoma, e interna, en la que se realiza una nueva vejiga con un fragmento de intestino, pudiendo recuperar una función vesical casi normal.
Ventajas de la cirugía robótica en el paciente
Antes de someterse a la intervención, los pacientes podían llevar una vida casi normal, aunque en ocasiones presentaban hematuria (sangre en la orina), algo que en determinadas situaciones puede llegar a precisar el ingreso y la colocación de una sonda vesical. ‘No hay que olvidar que esta intervención tiene un indicación oncológica para curar el tumor de vejiga, que en ausencia de tratamiento puede ser mortal’, apunta la Dra. Osorio.
Estos dos procedientos realizados hasta el momento duraron unas 9 horas y el postoperatorio de ambos casos se produjo sin complicaciones mayores, con buen control analgésico, un más rápido retorno de la función intestinal, y menor estancia hospitalaria, siendo dados de alta a los 10 y 14 días.
Y es que la derivación de la vía excretora intracorpórea tiene varias ventajas, como incisiones más pequeñas, un retorno más rápido de la función intestinal, y menor estancia hospitalaria, lo que el paciente recupera antes su actividad habitual y el ritmo normal.
Tras recibir el alta, los pacientes acudieron a revisión a los 1015 días para evaluar la evolución en domicilio. Se revisaron con el paciente los resultados del análisis anatomopatológicos y se programó el posterior seguiento según la necesidad o no de tratamiento sistémico posterior en función del estadio tumoral.
‘La evolución de la cirugía robótica ha hecho que la sutura intracorpórea sea un procediento factible y sencillo atando una nueva densión a la cirugía reconstructiva, que está ganando cada vez mayor popularidad’, concluye la Dra. Osorio.