Javier Gómez Muñoz, de La Sexta Detes, cambia de plató para ponerse al frente de ‘La Sexta Noche’ durante las vacaciones estivales de Iñaki López. El periodista no se achanta ante los buenos datos de audiencia que le deja López y recoge el testigo con la fuerza necesaria para pregnar el programa de su propio carácter. Pero, poco antes de estrenar, Javier Gómez ha buscado un hueco para hablar con prnoticias.
¿Cómo aceptas este reto?
La pregunta sería: ¿cómo podría no aceptarlo? Presentar el programa, yo creo, de mayor éxito en el últo año de la televisión española, que para mí supone un salto profesional inmenso, una responsabilidad mayúscula y, quizá, una pequeña prueba personal, de moverme en otros formatos, creo que tiene todos los ingredientes para decir que sí.
¿Cómo surgió?
César González, el jefe de Informativos, a quien yo aprecio mucho y que ha confiado en mí desde mi llegada, como Antonio García Ferreras, los dos hombres clave de que yo esté donde esté, me dice un día, mientras íbamos charlando el pasillo: ‘Oye Javi, ¿cómo ves eso de quedarte sin verano?’, sin más, sin explicarme qué, y yo me gire y, como ya le conozco, me dije: ‘Aquí hay gato encerrado’. ‘Si se te ha ocurrido alguna locura me parece perfecto’, le dije, me la contó y le dije ‘cuenta conmigo para no ver las vacaciones si es necesario’. Luego me he escapado un poco antes…
¿Impone coger un programa afianzado, de éxito, en pleno agosto, con lo que eso conlleva en las audiencias?
Cuando uno estudia periodismo y dices: ¿Qué conseguiré hacer? Bueno, con que me paguen hacer mi trabajo ya basta’. Y luego surgió un periódico como ‘El Mundo’, de prestigio, y yo estaba allí, que parecía que ya había colmado mis expectativas y mi sueño. Luego resulta que pude trabajar en un periódico que adoró, quizá la experiencia profesional más tante de mi vida, que es ‘Il Corriere della Sera’, y escribir en italiano, pensé que con eso ya había cubierto el cupo. Y luego surgió una corresponsalía en París, presentar tele en Francia…
Y luego…
…presentar en La Sexta, que yo jamás pensé que iba a poder hacer detes, mi estilo, precisamente que vengo de la información general. Me ponía mucho ver si un lenguaje como el mío, bromas como las mías, más relacionadas con la actualidad, un poco menos futboleras, podía funcionar. He ido siempre dando saltos de pirueta, mortales, uno, otro, otro, entonces, con esa historia detrás, lo que siento es una responsabilidad enorme, un reto mayúsculo, casi, casi, más que abrumado, lo que hace es darme el doble de ganas. Estoy con las revoluciones a tope, sé que ‘La Sexta Noche’ va muy bien, pero el programa no soy yo, es dieciocho meses de citas todos los sábados con un termómetro, que creo que se ha convertido en el termómetro de la actualidad española, con unos colaboradores magníficos, con entrevistas, actualidad, pero, bueno, voy a intentar que se note lo menos posible la ausencia de Iñaki, con mi personalidad, pero más que poner me apetece muchíso.
¿Qué valor añadido piensas darle al programa?
Por humildad, y que lo creo de verdad, prero voy a ver la botella medio vacía, que es lo que me falta para poder presentar igual de bien que Iñaki. Mi gran reto es lo que me falta, e Iñaki creo que se caracteriza una capacidad de mantener la calma, la tranquilidad, de saber llevar el debate para que no exceda ciertos márgenes, de sangre fría, de paciencia infinita, que hay que tenerla que es un programa muy largo, con muchos cambios de ritmo, que no están pensados, surgen según viva un tema u otro, y con colaboradores muy bregados, para eso hace falta ser de teflón. Eso lo tiene Iñaki pero, si yo lo tengo, honestamente, no lo sé. Lo vamos a ver el sábado que tampoco hemos hecho programas piloto. Entonces, a ver cómo me manejo cuando haya tempestad en el programa, tengo ganas de saber si soy capaz de llevarlo con esa calma y mano izquierda. Esa es mi botella medio vacía.
En definitiva, ¿qué atarás?
Me he movido otros países, he visto como se hacen estos programas en otros países… Tengo una personalidad quizás un poco más encendida, que la de Iñaki, no sé qué puede deparar, lo veremos en directo, tengo una mirada periodística que intento que sea afilada, al igual que Iñaki, vamos a ver qué sale de eso en las entrevistas. Lo mejor es poner La Sexta y verlo pero, desde luego, somos personalidades diferentes y eso dará momento y estilos distintos. Splemente son muchas horas y el programa vive sí mismo, según van surgiendo las horas hay que saber resolverlas.
Y los colaboradores…
A muchos los conozco, mi vida profesional he coincidido con ellos. Miedo no me dan, es más, me apetece muchíso. Con ellos he hablado, me han anado mucho, me han dicho: ‘Te pediremos la palabra, te vamos a tratar igual que a Iñaki, pero no peor’. Un profesor nos dijo que, al final, el buen periodista no es el que sabe mucho de una cosa concreta sino el que sabe adaptarse a todos los registros, y eso lo he llevado como un neón que ha ido alumbrando toda mi carrera.
Seguiremos Informando…
