Los acontecientos se precipitaban ayer tras el vídeo difundido redes sociales con la ejecución del periodista estadounidense James Foley a manos de insurgentes del Estado Islámico. Una lamentable noticia a la que se une la amenaza, mediante otro vídeo, sobre la vida del periodista Steven Sotloff a expensas de la ‘decisión que Obama tome sobre Irak’. Ahora se sabe que Estados Unidos intentó rescatar a los secuestrados sin éxito y no aceptó pagar el dinero que se les pedía la liberación de Foley.
La Casa Blanca está en jaque. El vídeo de la ejecución del periodista estadounidense James Foley, retenido desde noviembre de 2012 en Siria, ha hecho que se desvelen muchos datos desconocidos. Ayer el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, compadecía en rueda de prensa declarando que no ‘descansará hasta que se haga justicia’ la muerte de Foley. Y añadía: ‘El mundo está horrorizado el asesinato’. A este triste suceso se une la presión el secuestro, y posterior amenaza sobre su vida, del periodista estadounidense Steven Sotloff.
La frustración era cada vez mayor cuando el FBI certificaba la autenticidad del vídeo que, a su vez, está siendo investigado Londres debido al acento londinense del asesino. Posteriormente el contraalmirante John Kirby revelaba que, a comienzos de este verano, se llevó a cabo un despliegue que fracasó apuntando que ‘se trató de una operación tierra y aire y estuvo enfocada en una red particular del Estado Islámico. Desafortunadamente, la misión no tuvo éxito que los rehenes no estaban en ese lugar, en que la inteligencia estadounidense pensaba que se encontraban’. Finalmente se filtraba que el periodista James Foley estaba en ese grupo de secuestrados.
Un vídeo que nadie ha querido difundir, y la mayoría ni ver, pero que circula unas redes sociales de las que Twitter ha decidido desmarcarse dejando claro, según informa la BBC, a través de unas declaraciones de Dick Costolo, director ejecutivo del medio social Twitter, comunicando que ‘la compañía cancelará las cuentas que difunden el vídeo de la aparente decapitación del periodista estadounidense James Foley’.
El Comité para la Protección de los Periodistas, tras condenar el asesinato de Foley, ha denunciado que al menos 69 periodistas han muerto cubriendo el conflicto habiendo sido secuestrados en Siria más de 80 de los cuales unos 20 periodistas, entre locales e internacionales, permanecen desaparecidos en Siria. La International Federation of Journalist (IFJ), asociación a la que pertenece la FAPE, condenaba el brutal asesinato del periodista.
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