Con el fin de ofrecer una atención personalizada a los pacientes con enfermedades del sistema inmune, HM Hospitales ha puesto en marcha la Consulta de Inmunología Clínica, ya disponible en los hospitales universitarios HM Montepríncipe y HM Sanchinarro. Al frente de la misma se encuentra el Dr. Eduardo Fernández Cruz, especialista en Inmunología Clínica. Esta consulta es el prer paso de cara a una futura Unidad de Inmunología Clínica que sería la prera de la Sanidad Privada, ya que actualmente sólo existe en algunos hospitales públicos.
El experto explica que ‘las enfermedades inmunológicas constituyen un grupo de enfermedades crónicas de curso progresivo que tienen en común un fallo del sistema inmune y de las defensas que puede afectar a múltiples órganos, como la piel, mucosas, articulaciones, músculos, riñón, tiroides, intestino, pulmones, hígado y sistema hematológico’.
Este fallo puede tener múltiples causas, lo que generalmente las enfermedades inmunológicas son difíciles de detectar, diagnosticar y tratar. En ocasiones la causa es de tipo autoinmune, es decir, el sistema inmunológico se activa y ataca a las propias estructuras. En otras situaciones se debe a un defecto de las defensas inmunitarias, a reacciones exceso de la respuesta inmunológica, reacciones hipersensibilidad y también puede fallar el control del creciento de las células y moléculas del sistema. Asismo, algunas enfermedades inmunológicas pueden tener un origen genético.
‘Debido a la diversidad de causas que pueden originar este grupo de enfermedades del sistema inmunológico, cada paciente las puede expresar de forma diferente. Sin embargo, es común que a lo largo de su evolución la mayoría de los pacientes inmunológicos lleven años siendo atendidos de forma sultánea diferentes especialistas sin haber recibido respuestas médicas adecuadas’, asegura el Dr. FernándezCruz.
Los síntomas más frecuentes de las enfermedades inmunológicas suelen ser un cansancio de gran intensidad que dificulta la vida normal y afecta de forma tante a la calidad de vida. Además, va acompañado de malestar general, dolor en las articulaciones, músculos, cefaleas, etc.
Así, las alteraciones clínicas más características que suelen presentar los pacientes causas inmunológicas son:
Infecciones de repetición bacteria, virus y hongos de las vías respiratorias (faringitis, sinusitis, otitis, bronquitis y neumonías) y de la piel (hidrosadenitis, foliculitis).
Inflamaciones crónicas de las articulaciones (artritis), del intestino (diarreas crónicas, enfermedad inflamatoria intestinal), de la piel (dermatitis, Raynaud, livedo reticularis, etc.), de los músculos (poliomiositis, etc.) y de los vasos (vasculitis de diversos órganos como el sistema nervioso central, pulmón, riñón, etc.)
Alteraciones del sistema de coagulación con trombosis de repetición en diversos tejidos; hipersensibilidad (alergias, asma, angioedema hereditario, neumonitis, granulomas, etc.)
Alteraciones neuromusculares y neurodegenerativas, oculares crónicas (ojo seco, uveítis) y alteraciones clínicas diversas alteraciones genéticas (mutaciones).
‘Cuando un paciente lleva un tiempo con alguno de los síntomas clínicos sin ser diagnosticado, debe acudir a una consulta de Inmunología Clínica para ser tratado un especialista’, aconseja el Dr. FernándezCruz.
Si el defecto inmunológico es prario, constitutivo y genético, la enfermedad no tiene cura. Pero hay un grupo de alteraciones del sistema inmunológico que son secundarias a otras alteraciones del organismo y que pueden ser corregidas con los tratamientos apropiados.
‘Una vez diagnosticadas precozmente las enfermedades del sistema inmune y administrados los tratamientos adecuados, señala el Dr. FernándezCruz la enfermedad entra en remisión sin síntomas clínicos y el paciente puede llevar prácticamente una vida normal’.
Y es que cuando estas enfermedades son diagnosticadas precozmente, reciben los tratamientos correctos y entran en remisión completa, los pacientes pueden discontinuar el tratamiento periodos de tiempo variable, que dependerá de la aparición de nuevos brotes con síntomas clínicos que aconsejen reiniciar el tratamiento. ‘En ocasiones, cuando se elina la causa secundaria que originaba la alteración inmunológica, se puede discontinuar el tratamiento de forma permanente’, concluye el experto.