Más de 20.000 millones de fotos y 200 millones de usuarios convierten a Instagram en la red social del momento. La carrera sumar seguidores y convertirse en fuente de inspiración para otros usuarios mantiene en vilo a miles de instagramers del mundo entero. Para ellos, Kaiku Caffè Latte y @misswinter, más conocida como Elena Ortega fuera de la red social, presentan su decálogo para triunfar en la red social.
Elegir un buen nick o nombre de usuario: El nombre que elijamos para localizarnos en Instagram tiene que ser fruto de una profunda reflexión. Ha de ser corto y atractivo, preferiblemente sin números ni símbolos, y fácil de escribir y pronunciar. Además, debemos tener en cuenta a qué público nos dirigos o con quién nos interesa relacionarnos en la red.
Utilizar Apps complementarias a Instagram: Aunque no es bueno abusar de filtros, existen aplicaciones, como Snapseed o Vscocam, que nos permiten aprender de ajustes de luminosidad y contraste mientras editamos nuestras fotografías, y que además cuentan con una nutrida comunidad de usuarios.
Sentirse creativo: Elena Ortega lo tiene claro: la frase ‘no soy creativo’ es mentira. La base necesaria de la que tenemos que partir para lograr un perfil iger de éxito es superar la vergüenza y el miedo a la crítica y convencernos de que podemos lograr una colección de fotos con personalidad y de calidad.
La inspiración es necesaria: Un requisito esencial es aprender a mirar; dedicar tiempo a mirar las fotos que hacen otros nos enseñará a desarrollar una visión creativa, detectar nuevas tendencias, concebir ideas propias y discernir entre los contenidos que gustan y los que no. Una buena idea es hacerse una lista de perfiles sociales de referencia que ir consultando periódicamente con el fin de estar al día de ‘qué está pasando en Instagram’ y poder mejorar nuestras propias ideas.
La práctica hace la perfección: O casi. La creatividad es una habilidad y, como tal, se puede desarrollar: sin embargo, esto exige práctica y compromiso. Por supuesto, en un ámbito como las redes sociales, el factor suerte es tante, pero se trata de una suerte que no va a llegar a menos que no tengamos el hábito de realizar y subir fotos con regularidad.
Un reto al día: Existen distintos ejercicios que podemos hacer para motivarnos en nuestro uso de Instagram. Por ejemplo, el reto de postear una fotografía al día nos mantiene alerta para detectar ocasiones fotográficas interesantes y ayuda a desarrollar nuestro ojo creativo. Otro posible entrenamiento es el de decidir no hacer latergrams, es decir, subir las fotos a posteriori.
Encontrar el ángulo diferenciador: Todo el mundo pre su personalidad en las fotografías que toma. En este sentido, es clave saber detectar qué nos diferencia, y saber transmitir, en cada caso, cuál es el verdadero protagonista de nuestras fotografías.
Conocer las ágenes que mejor funcionan: ¿Qué tienen en común París, un gato, una noria, y una agen de un paisaje con un globo aerostático? Son algunas de las ágenes que más likes tienen en la red. Pese a carecer de un nexo común evidente, sí podemos deducir que hay contenidos que funcionan mejor que otros.
Utilizar hashtags específicos: El hashtag es una manera extremadamente útil de dar a conocer nuestras fotografías, pero tenemos que tener cuidado con el uso que hacemos de ellos. Además, es tante combinarlas con una buena geolocalización para que la descripción de la fotografía sea lo más completa posible.
Cuidar la comunidad: #communityfirst. Convertirse en usuario sugerido de Instagram es una codiciada recompensa que aumentará la difusión de nuestro perfil en la red. Sin embargo, para lograr este premio, Instagram tiene que reconocer que somos usuarios ejemplares dentro de la comunidad iger. ¿Cómo podemos convencer a Instagram? La clave está en relacionarse bien dentro de la comunidad.
Seguiremos informando…