Dos años después de la llegada al gobierno del Partido Popular, Mariano Rajoy ha roto este verano su política de comunicación basada en ‘no comunicar’ para pasar a una línea aperturista con la recuperación y las reformas como ejes centrales de su discurso.
Este mes de agosto Mariano Rajoy, presidente del gobierno, realizaba su habitual comparecencia a los medios de comunicación antes de irse de vacaciones. Esta comparecencia en nada se pareció a la que realizó un año antes, donde el presidente estaba en el punto de mira el caso Bárcenas y las reformas del gobierno habían situado al presidente en una tesitura muy complicada. La política de comunicación del presidente, asesorado la Secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro, fue la de evitar a toda costa las comparecencias y mucho menos las preguntas de los periodistas. La ley del silencio se puso desde Moncloa bajo la premisa de que ‘no había nada que comunicar’.
Esta tendencia cambió el pasado verano. El 1 de Agosto Mariano Rajoy comparecía ante los medios de comunicación para comunicar no ‘el fin de la crisis’, sino ‘el comienzo de la recuperación. Con una presentación en formato power point –para qué hacerlo más complicado Mariano Rajoy se basada en tres indicadores para demostrar el comienzo de una nueva etapa en la economía española: confianza, empleo, y creciento. Así, en el informe se recogían los datos de descenso de la pra de riesgo, aumento del índice de confianza, aumento del Producto Interior Bruto, amento de ocupados en el mercado laboral.
Este momento significó un punto de inflexión no sólo para la economía de nuestro país, sino también en la comunicación del gobierno. De la política ‘no hay nada que comunicar’, se ha pasado a una política aperturista e incluso abierta al diálogo de Mariano Rajoy, hasta la fecha esquivo con los micrófonos.
‘El valor de la comunicación en las sociedades modernas es tal que ninguna empresa ni ninguna gran organización puede permitirse el lujo de descuidar su forma de comunicar. Ustedes lo saben mejor que yo que se enfrentan todos los días al reto que supone comunicar en un entorno cada vez más digital, más global, y ello más cambiante’. Con esta declaración de intenciones comenzaba el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, su intervención en el Foro Mundial de la Comunicación en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid ante casi 800 profesionales de la comunicación venidos de 65 países la pasada semana. Unas declaraciones que no convencieron demasiado a los asistentes, hasta que el presidente decidió acercarse a los micrófonos de los periodistas a la salida del acto, donde contestó a las preguntas, de manera cercana, y siempre escudado la Secretaria de Estado de Comunicación, Carmen Martínez Castro.
Si el discurso de Mariano Rajoy cuando llegó al Gobiernos e basó en la necesidad de ‘realizar esfuerzos’, ahora el discurso del presidente tiene una palabra clave, que no se cansa de repetir hasta el hastío: recuperación. Precisamente en su intervención del pasado 1 de Agosto el presidente del gobierno recogía un informe titulado ‘Balance de reformas: balance de dos años y medios de reformas’. Un nuevo discurso con una tesis muy clara: los esfuerzos y reformas han tenido sus frutos. Ahora a Mariano Rajoy solo le queda conseguir la cuota de atención perdida en los medios de comunicación, y que sus rivales –Pedro Sánchez y sobre todo Pablo Iglesias han conseguido para sí mismos.
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