‘Las lentes intraoculares ICL (Implantable Collamer Lens) nos permiten llegar donde no llega el láser y corregir prácticamente la totalidad de los defectos de graduación’. Así lo ha señalado el doctor José F. Alfonso, Coordinador Científico del Instituto Oftalmológico FernándezVega y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto Refractiva (SECOIR), durante el 90 Congreso de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO), que se celebra estos días en Bilbao.
El Dr. José Alfonso ha indicado que ‘este tipo de lentes pueden corregir hasta 18 dioptrías de miopía, hasta 6 de astigmatismo y 10 de hipermetropía’, cifras bajo las que se engloba más del 80% de las personas con problemas de refracción o, lo que es lo mismo, con problemas de miopía, hipermetropía o astigmatismo.
En este punto, el doctor Alfonso deja claro que las lentes ICL no son una alternativa al láser, sino otro procediento dentro de la cirugía refractiva. ’Habitualmente el láser se empieza a cuestionar enca de las 6 dioptrías de miopía o 3 de hipermetropía. Esto es así que, para compensar defectos de graduación, el láser trabaja sobre la cóa modificando su forma y últamente se ha comprobado que esta lente natural del ojo únicamente sota un determinado número de dioptrías’, explica.
La lente ICL, su parte, se planta dentro del ojo, enca del cristalino y sin modificar la cóa, de forma que permite llegar más allá, corrigiendo muchos más defectos de graduación y, además, con más calidad de visión dentro de las dioptrías que se están tratando. El hecho de que permitan preservar la cóa es también especialmente tante para este experto que ‘de esta forma, si en un futuro el paciente tiene otros problemas, como presbicia o vista cansada, siempre tenemos la cóa sin alterar para hacer pequeños ajustes de graduación. Digamos que el grueso de las dioptrías las corregirían las lentes y el láser nos serviría para ajustar la graduación’.
Frente al resto de lentes intraoculares, el Coordinador Científico del Instituto Oftalmológico FernándezVega destaca el hecho de que con las ICL tampoco se toca el cristalino, la segunda lente natural con la que cuenta el ojo. ‘La lente intraocular con material de colámero se planta enca del cristalino, pero sin quitarlo, como sí sucede, ejemplo, en el caso de las lentes que se plantan cuando se operan cataratas o la presbicia. En estos tipos de cirugía, se quita el cristalino natural y se sustituye uno artificial (una lente monofocal, bifocal o trifocal)’.
En cuanto al procediento para la plantación de las ICL, el doctor Alfonso explica que es muy cómodo para el paciente, el cual no requiere ser hospitalizado. ‘Nosotros hablamos de cirugía de una semana: se opera un ojo un lunes y el otro ojo un miércoles, de forma que el vies el paciente ya está recuperado, descansa el fin de semana y, si quisiese, el lunes ya estaría en condiciones de reincorarse al trabajo’.
