En el mundo del g destacan acontecientos que no giran en torno a un producto tangible ni comercial pero que sí necesitan organización y que pueden permitir a marcas acercarse a un público. A pesar de mantener rasgos en común con la promoción más tradicional cuentan con peculiaridades. Gabriel GonzálezAndrío, ex vicepresidente de la IAA y socio director de la agencia de publicidad The Ninth, ha sido Marketing & Communications manager de la JMJ Madrid 2011 y nos cuenta cómo desempeñó esta tarea.
El ex vicepresidente de la IAA (International Advertising Association), Gabriel GonzálezAndrío, ha explicado que al haber sido el Marketing & Communications manager de la Jornada Mundial de la Juventud ha tenido que ‘gestionar toda la estrategia de Marketing, toda la gestión de campañas de promoción y de publicidad’ junto al resto de ‘un departamento amplio en el que había alrededor de cincuenta o sesenta personas en Comunicación y dentro había un apartado de patrocinios’, para gestionar acuerdos con empresas como Mahou (se entregaban en el encuentro cervezas de esta marca sin alcohol) y CocaCola.
A estas áreas del equipo de Marketing se sumaban otras como la de los ‘cerca de cincuenta community managers internacionales’ que tuiteaban desde autobuses durante todo el evento. El experto ha afirmado que este despliegue ha supuesto un cambio en el desarrollo de este tipo de acontecientos: ‘fue muy alentador y muy aleccionador; se ha quedado casi como un case, un caso de estudio, que hasta ahora nunca había habido nada igual’, ha defendido.
Respecto a si es distinto gestionar este tipo de eventos con un producto peculiar Gabriel GonzálezAndrío ha señalado: ‘básicamente en este tipo de eventos hay que quitarse la boina ideológica de alguna manera y trabajar, que es lo que nos dejaron, trabajar’.
El directivo ha confesado: ‘Yo pensaba que la Iglesia en ese sentido iba a ser como más conservadora; en principio lo eran pero luego se dieron cuenta de que se hacían las cosas de forma profesional y tanto se apoyaron en nuestros profesionales, nos dejaron apoyarnos en profesionales también externos (grandes creativos de nuestro país y agencias) y tanto al final se dieron cuenta de que lo que no saben tienen que aprender y que sobre todo tienen que respetar el trabajo’.
Ha contado que su ‘trabajo se respetó y al final lo tante es que este tipo de eventos que son para jóvenes pasa como con los Juegos Olímpicos: independientemente del pensamiento ideológico de cada persona religioso al final es un moviento que aglutina una serie de ideas, la solidaridad, la juventud, los valores universales, que al final en eso todos estamos de acuerdo. Pues si estamos de acuerdo en eso vamos a buscar lo que nos une y no lo que nos separa’.
Estos valores ‘están abiertos a todo el mundo: de hecho hubo gente no católica y gente de distintos credos y la verdad es que la agen fue bastante espectacular para todo el mundo’, ha explicado.
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