José Antonio Sánchez es probablemente el Presidente de RTVE con más detractores de toda la historia. Incluso antes de asumir, sindicatos, Oposición y los propios periodistas han mostrado su desacuerdo con el nombramiento de un gestor que ya fue criticado en su anterior etapa en la Coración y que no ha dejado un buen recuerdo en Telemadrid. Las informaciones llegadas hasta prnoticias hablan de que el PP ha elegido a Sánchez precisamente para un mandato breve, que asegure la completa ‘lpieza’ de la cadena y en que además se ‘amarre’ ideológicamente unos Informativos en plena etapa electoral.
Es un clásico de los medios de Comunicación y de las grandes empresas en crisis. Fichar a un ejecutivo un breve periodo de tiempo para que haga una lpieza en la compañía, se ‘moje’ y luego se marche, para que su sucesor reorganice la empresa. Sin ir más lejos es lo que ha realizado José Antonio Sánchez en Telemadrid durante sus tres años en el Ente Público. Llegar, realizar un ERE a 860 personas y luego marcharse recortando las audiencias a la mitad, pero reestructurando la compañía.
Sánchez sabe que su gestión será breve pero intensa, el tiempo necesario para realizar la lpieza de plantilla, ajustar los costes y poner en marcha un nuevo sistema de financiación que a día de hoy no descarta la vuelta de la publicidad a RTVE. Será un periodo en que además coincide con una control aún más férreo de los Informativos para trasmitir los mensajes que quiere el Partido Popular en pleno año electoral.
El objetivo con este breve mandato es que Sánchez siente las bases de la nueva RTVE, pero que su sucesor comience a funcionar con la nueva estructura. A Sánchez no se le exigirán audiencias ni programas exitosos, la única vara de medir será los recortes de costes y que cuadren los escuetos presupuestos de la Coración.
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