David Alandete, director adjunto del diario El País, ha tenido que pedir disculpas la publicación de una foto de Teresa Romero en su habitación del Hospital Carlos III. ‘Fue un error y mal juicio darla y de ahí su borrado inmediato’, se excusa Alandete en un tuit. Esta decisión se tomaba tras la polémica generada en Twitter en la que, a través del hashtag #Quitadlafotodeteresa, se pedía a medios como El Mundo, ABC y Público que rectificasen.
Ni ética profesional ni derecho a la intidad de la paciente. Los medios generalistas de España han vuelto a demostrar que, en cuanto a tacto se refiere, se merecen un suspenso absoluto. De hecho, así los han puesto de manifiesto quienes han condenado Twitter la publicación y emisión de las fotos de Teresa Romero en la habitación del hospital donde la mantienen aislada.
El Mundo, ABC, El País y Público son algunos de los medios digitales e presos en los que aparecía la polémica foto, una agen que incluían en las informaciones como si de un trofeo se tratase, pero que tras la presión popular, El País tomaba la decisión de retirar.
¿No habían valorado su publicación antes de tener que retirarla? ¿Qué ata informativamente la agen? Ésas son algunas de las preguntas que circulaba la red de microblogging, donde se reprochaba que ‘es un error difícil de comprender’ y se sugería que la acción podría tener consecuencias legales vulnerar los derechos de la paciente.
Otros tuiteros eran menos piadosos y les dedicaban adjetivos como ‘carroñeros’, ‘miserables’, ‘morbosos’, ‘despreciables’ o ‘repugnantes’. Y no solamente a estos medios presos. Las críticas iban también dirigidas a los responsables de las televisiones que habían emitido el material fotográfico. Todos coincidían en lo mismo: ‘el daño ya está hecho’.
Y es que, esta crisis está siendo un duro examen para la profesionalidad y la ética periodística. Se ha creado un comité especial para la gestión en España del ébola, pero ningún organismo hace nada velar algo tan tante como el tratamiento informativo de la situación. Ni la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ni la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS). Reciben protestas y quejas la cobertura, pero se litan a lanzar una hoja de recomendaciones que nadie respeta.
Existiendo esta punidad, todavía podremos ver publicadas muchas barbaridades.
Seguiremos Informando…
