Durante los más de 130 años de existencia de la margarina muchos son los mitos que se han creado alrededor de este alento. Algunos fueron ciertos en su momento, pero gracias a años de investigación y desarrollo de los procesos de elaboración de la margarina, sus propiedades han variado, elinando ejemplo las grasas trans de su fórmula.
1. Las margarinas son ricas en grasas trans
Desde que se ha reconocido científicamente que las grasas trans tenían efectos negativos para la salud, las principales marcas de margarinas realizaron tantes cambios en sus procesos de elaboración, apartando del proceso de producción la llamada hidrogenación parcial. Esta modificación se ha traducido en que a día de hoy las margarinas contengan menos de 1% de grasas trans, un centaje menor que la que se encuentra en la leche, los yogures, la ca o la mantequilla.
2. Para cocinar es preferible la mantequilla que la margarina
Es cierto que el dicho ‘sobre gustos no hay nada escrito’ está vigente en este mito, pero emplear margarina en lugar de mantequilla a la hora de cocinar reduce la cantidad de grasas saturadas. Las margarinas, gracias a su selecta combinación de aceites vegetales, tienen un 30% de grasas saturadas sobre la grasa total de media. En cambio, las mantequillas tienen un centaje de grasas saturadas sobre grasa total del 68%. Además las propiedades de la margarina hacen posible que se pueda gratinar o se disuelva mejor en las recetas (evitando así los llamados ‘grumos’).
3. Las grasas no son necesarias
Las grasas son necesarias para llevar a cabo diversas funciones del organismo, en concreto destacan los ácidos grasos esenciales (AGE), que el cuerpo es incapaz de fabricar pero que se deben incorar a una dieta saludable y uno de los alentos que los contienen es la margarina.
4. El aceite de oliva es mejor que la margarina
Ambos productos son recomendables desde el punto de vista nutricional, ya que cada uno de ellos prociona unos beneficios diferentes. El aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas, que incrementan el colesterol beneficioso (HDL), y la margarina ata grasas esenciales que ayudan a controlar los niveles de colesterol total y colesterol LDL. Además a la hora de cocinar, dependiendo de la receta a realizar resulta más ventajoso el empleo de la margarina o el aceite de olvida; ejemplo si queremos que los salteados de verdura queden más crujientes el empleo de margarina será más idóneo.
5. La margarina y la mantequilla atan las mismas calorías
Diversos estudios han determinado que la margarina es mucho más saludable para nuestro organismo que la mantequilla debido a que contiene menos grasa saturada que las mantequillas. Según estos datos el promedio de grasa de las margarinas es del 30% frente al 70% de la mantequilla tradicional. Una de los hechos que demuestran esta teoría es que el ate de agua a la hora de elaborar la margarina, es mayor que la empleada en la mantequilla, lo que se traduce en una mayor ligereza y mayor suavidad a la hora de aplicarla.
6. Los alentos enriquecidos son menos saludables
Que un alento esté enriquecido no significa que sea peor que otro que no lo esté. En el mercado podemos encontrar infinidad de productos enriquecidos con el objetivo de complementar la dieta: leche, zumos, cereales, huevos o harinas son ejemplo de ello. Las margarinas combinan los beneficios nutricionales propios de los aceites con los que se elaboran con los beneficios de los ingredientes con los que se enriquecen, como las vitaminas A, D y E que se absorben de igual modo que las atadas de forma natural.
7. A la margarina le falta una molécula para ser plástico
Que la margarina sea plástico es uno de los bulos o hoax que han llegado a circular Intet. Las margarinas son elaboradas a partir de aceites de semillas mientras que el plástico procede de la celulosa, el caucho o el petróleo. Además el plástico no contiene ningún beneficio nutricional y la margarina contiene vitaminas liposolubles dadas los aceites de origen y otras añadidas para mejorar su calidad nutricional, lo que son fuente de vitaminas A, D y E. Por otro lado, a algunas variedades incluso se les añaden otros ingredientes con efectos sobre la salud cardiovascular, como los esteroles vegetales, que han demostrado un efecto beneficioso en la prevención de la hipercolesterolemia.
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