Las nuevas tecnologías están permitiendo cambiar la forma de entender la Medicina. Actualmente, uno de los términos en boga está siendo el de los ‘wearables’. Y no lo es solo la gran apuesta que han realizado ellos las grandes compañías de desarrollo, sino los beneficios que han demostrado que generan estas herramientas tanto para el paciente como para el sistema sanitario.
Relojes inteligentes, gafas de realidad aumentada, ropa con sensores e incluso tatuajes con chips electrónicos. Los wearables permiten combinar el tradicional valor del trato humano con una respuesta más rápida y eficiente. Sin embargo, a medida que estos wearables proliferan, se generará una gran cantidad de datos y algoritmos que deben ser manejados con cuidado con el fin de procionar a los médicos la información más adecuada y significativa.
Los expertos lo predicen ya: el Big Data será el petróleo del futuro. Puede revolucionar la asistencia sanitaria y favorecer una medicina mucho más personalizada y preventiva hasta tal punto que incluso permita saltarse pasos en el actual proceso de desarrollo de medicamentos. ‘De esto se habla ya en los puntos calientes de innovación del mundo’, comentan los científicos. Es una mega y meta tendencia.
Sin embargo, el reto hoy hoy está en establecer el límite de aquello que es útil monitorizar y en algo tan complejo y a la vez tan sple como evangelizar a los profesionales y hacerles ver que esto que hoy es abrumador, mañana será espectacular e inseparable de la buena praxis médica.
Con estos objetivos, profesionales sanitarios, desarrolladores, expertos en g, analistas de sistemas y gerentes hospitalarios se han reunido en el I Congreso Nacional de Wearables y Big Data en Salud.
Seguiremos informando…
