La situación es muy grave. Mientras en países como Francia las autoridades han decidido cubrir en su totalidad el coste de tratamientos de últa generación para atender a los enfermos de Hepatitis C, en España solo lo consiguen aquellas familias que se someten a situaciones tan límite como una huelga de hambre. ¿Y qué? Nos lo explica Mario Cortés, tavoz de la Plataforma de Afectados Hepatitis C en España.
Durante la tertulia ‘La plaza en llamas’ de OndaInversión, tavoz de la Plataforma de Afectados Hepatitis C en España, Mario Cortés, ha hecho una llamamiento desesperado: ‘Están muriendo 11 personas al día hepatitis C; y los están dejando morir sin atención médica negándoles un tratamiento que existe, que cura la enfermedad, pero que no interesa motivos económicos’.
Sin embargo, ‘dinero hay de sobra’ y también ‘medicamentos de últa generación’ que en otros países no han tenido reparos para financiar que han demostrado que tienen un centaje de curación del 90% en tres meses, como es el caso de Sovaldi (Gilead). ‘Son medicaciones que pueden acabar con la enfermedad en los próxos años’, asegura Mario Cortés.
La falta de voluntad política es lo que, según Mario Cortés, está interfiriendo en que a los enfermos no les llegue la medicación que necesitan. No ocurre lo mismo en países como Francia o Alemania donde los decisores políticos se han tomado la situación con la gravedad que merece. En Francia, el acuerdo con Gilead ha sido disponer de tratamientos 40.000 euros para 15.000 enfermos elinando el copago ‘dado el carácter irremplazable y su coste’, según el comunicado hecho público. En total, la dotación del gobierno francés ha sido de 700 millones.
En España la partida presupuestaria para cubrir estos tratamientos ha sido de 125 millones, con lo que solo 3.000 afectados la infección podrían ser los grandes privilegiados de los 300.000 diagnosticados.
‘Tenemos derecho a la vida, a que nos traten y a recibir las medicaciones’, recuerda Mario Cortés y lamenta: ‘Los enfermos de Hepatitis C somos víctas de la corrupción de políticos, pero dinero hay de sobra’.
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