En la presentación del prer estudio del Club de Creativo y la Universidad de Nebrija sobre el creativo en el entorno actual (‘Deconstrucción/Reconstrucción del creativo’), además de la formación en finanzas y la asilación de ciertas destrezas de ‘cuentas’ a Concha Wert, gerente del CdeC, le ha llamado la atención el hecho de que el 10% de los publicistas encuestados no se identificaba con los perfiles de creativos tradicionales. En las nuevas nomenclaturas de puestos de trabajo ‘la desorientación y confusión está tanto en el mundo del creativo como en el del anunciante’. Así, el estudio ha intentado reunir las nuevas etiquetas obteniendo once cargos:
Director de Arte digital: Tiene una visión o sensibilidad especial para visualizar el pensamiento digital.
Startup thinker: Promueve la creatividad en el segmento de la empresa pulsando nuevos modelos de negocio,
Creative innovation: Aplicación de ideas a nuevas plataformas y modelos.
Big data reader: Analítico de datos y con capacidad de traducirlos a inforgrafías e informes.
Creative technologist: Es el creativo que concibe su idea muy cerca de la ejecución o plementación.
UX creative: Sabe de experiencias de usuarios y de contacto entre ellos y las marcas. Asegura que la idea se va a convertir en una experiencia de conectividad real con los usuarios.
Gamificador: Transforma acciones de comunicación de marca en experiencias y videojuegos.
Creativo planificador estratégico: Tiene ‘brand vision’ (visión de marca), entiende al cliente, conoce el mercado y sus consumidores.
Creativo hacedor de producto: Pensamiento I+D, design thinking, ingeniería de ideas.
Storyteller: Es la evolución del guionista especializado en brand story. Piensa en ideas historiadas y genera contenidos de valor.
Especialista en técnicas audiovisuales, como motion graphics y anación.
A raíz de este estudio se ha observado que el pensamiento digital es común e indispensable a cualquier perfil y función.
Imagen de Pablo Muñoz de Arenillas. Ilustrador
Seguiremos informando…