En la Tierra a lunes, noviembre 11, 2024

¿Qué hace falta para ser dircom en una entidad pública?

Yo no sé si para ser dircom del Instituto Cervantes basta con ser amigo de Mayor Oreja (léase el artículo de prnoticias al respecto), o si el enchufado que ha obtenido el puesto, Jacinto Aramendi Ledesma, es siquiera amigo del mencionado político del Partido Popular. Es más, no sé si Jae Mayor Oreja sigue siendo del Partido Popular. Sí sé que Jacinto Aramendi Ledesma ha sido designado directamente Rafael RodríguezPonga, secretario general del Instituto Cervantes, tras un proceso público de selección, al que han concurrido 528 candidatos, de los que únicamente fueron preseleccionados y entrevistados cuatro. Y entre los cuatro ha sido el ganador.

 

 

Sí sé que Jacinto Aramendi Ledesma estaba en el gabinete de prensa del Partido Popular, partido del que Rafael RodríguezPonga es miembro de su Junta Directiva nacional, del que ha sido miembro de su Ejecutiva, del que ha sido diputado en más de una legislatura.

 

Sí sé que en ese gabinete de prensa Jacinto Aramendi Ledesma se encargaba en Madrid de las actividades informativas de los eurodiputados del PP en el Parlamento Europeo; repito: se encargaba de ello en Madrid, no en Estrasburgo, Luxemburgo o Bruselas.

 

Sí sé que uno de aquellos eurodiputados para los que trabajaba directamente Jacinto Aramendi Ledesma era José Manuel GarcíaMargallo, nada menos hoy que el ministro español de Asuntos Exteriores.

 

Y sí sé que como tal ministro es el máxo responsable del Instituto Cervantes, adscrito a su Ministerio y no a otro.

 

El asunto hiede. Esto también es corrupción. Debería intervenir la Justicia. Debería pugnarse, declararse nula la resolución. RodríguezPonga tendría que ser destituido. (¿Cuántos RodríguezPonga relacionados con el PP están metidos en líos? ¿Les suena Gescartera? ¿Les suenan las tarjetas black de Cajamadrid o Bankia?).

 

Y yo me pregunto: ¿Por qué convoca el Estado concursos para proveer estos puestos, si los tiene designados de antemano? Con nombrar directamente a los enchufados se ahorrarían cometer tanta marranada administrativa como las tres que voy a contar, tres convocatorias a las que me presenté al tener conociento de ellas a través de las asociaciones de periodistas a las que pertenezco (APIE, Asociación de la Prensa de Alicante y FAPE).

 

1. BANCO DE ESPAÑA

 

A mediados de 2013 se convocó un puesto para el departamento de comunicación del Banco de España. Los requisitos: periodista, experentado en información económica, con trayectoria demostrada en comunicación, idiomas… No es nada, pero yo daba el perfil, como lo dan otros cientos más. Preparo todos los documentos y me dirijo a presentarlos al Registro del Banco de España en Cibeles, Madrid. En la puerta me cruzo con una persona conocida, amiga, empleada del Banco, que se sorprende:

 

“¿Qué haces aquí?

 

         Vengo a presentar la documentación para optar a este puesto.

         ¿Para el de prensa? Ni te molestes. Ya está dado.

         No, no; el BOE dice que el plazo para presentarse termina dentro de dos semanas, que las entrevistas se celebrarán en el verano, y que se proveerá la plaza en septiembre.

         Sí, y que para presentarse hay que abonar 48 euros de tasa… Anda, no seas iluso, y ahórrate los 48 euros; el puesto está dado, me consta, y la convocatoria pública no es más que un requisito legal.”

Le hice caso. No me presenté y, la verdad, no sé quién resultó ser el enchufado.

 

2. AGENCIA ESPAÑOLA DE PROTECCIÓN DE DATOS

 

A finales de 2013 se convocó los medios oficiales el puesto de director de comunicación de la AEPD (Agencia Española de Protección de Datos). Los requisitos en la fase de concurso se puntuaban según un baremo: experiencia en medios, en puestos de dirección, experiencia en comunicación, idiomas… lo normal. Finalizada la fase de concurso se hacen públicas las puntuaciones, y únicamente diez pasan a la fase de oposición, inicialmente un examen escrito.

 

Yo obtengo la segunda puntuación. No tiene ningún mérito: es sólo la edad: soy más viejo que casi todo el mundo. El prero, un profesional del Ayuntamiento de Madrid con muchos másters en su haber… La tercera, una periodista del diario Público, Blanca Salvatierra, que acababa de ser premiada … la AEPD, con un premio de periodismo otorgado un jurado que presidía… efectivamente, el presidente de la AEPD, José Luis Rodríguez Álvarez, presidente nombrado Francisco Caamaño, el ministro de Justicia de Zapatero.

 

El examen escrito es sobre un temario publicado en la convocatoria oficial, que incluye aspectos genéricos como la Constitución, la Administración del Estado, el derecho a la información, la estructura de los medios de comunicación en España, la Agencia Española de Protección de Datos, su estructura y funciones, los derechos de los ciudadanos…

 

Bien: las preguntas versaban todas sobre aspectos intrincados referidos a la regulación de ficheros de datos, recursos contra la denegación de su inscripción, el “cloudcomputing”… Algo así como si para ser dircom de Iberia tengas que examinarte de piloto, o para serlo de Iberdrola te tengas que subir a arreglar una avería en un poste de alta tensión.

 

De los seis examinandos que acudos, uno decidió dejar el examen en blanco: era yo. Otros hicieron algún esfuerzo, pero una, Blanca Salvatierra, escribía con verdadero ensañamiento sobre el papel: tal parecía que se lo sabía al dedillo.

 

Después quedaban más pruebas y filtros que pasar pero ¿adivinan quién ganó la oposición? Lo han acertado.

 

3. INSTITUTO CERVANTES

 

Esta ya se la saben. Lo ha contado prnoticias. Sólo puedo decir que me he presentado, que los requisitos eran: ser periodista, experiencia internacional, experiencia en dirección de comunicación y experiencia en dirección de equipos. Está feo que yo aquí explique mi trayectoria, pero permítaseme decir: es hasta admisible que de las 528 candidaturas, 526 reúnan cualidades superiores a las que yo presenté. En ese caso yo estaría entonces en el puesto 527, pero el elegido Jacinto Aramendi Ledesma no pasaría del puesto 528.

 

En fin, se pregunta prnoticias: “¿Qué hace falta para ser dircom del Instituto Cervantes?”.

 

La pregunta no es esa; la pregunta es: “¿Qué hace falta para que adquieran un ápice de decencia los que se dedican a la cosa pública?”.

 

Seguiremos Informando…

 

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