Unidad Editorial está en pleno proceso de reconversión en que los negocios digitales serán los actores principales. La compañía lleva todo el año preparando proyectos que verán la luz próxamente y en los que no entra la televisión tradicional. Hace unas semanas se insinuaba en la presentación de resultados de su matriz RCS que las dos licencias de TDT de la compañía española estaban en venta, algo que no es descabellado si se entiende la nueva lógica de la compañía.
Es más, en los nuevos proyectos se entiende que las licencias de televisión ‘no tienen sentido’ precisamente que están centrados en la difusión de sus contenidos ventanas digitales. La clave de los nuevos proyectos de Unidad Editorial son los contenidos y esto es para el equipo de Antonio Fernández Galiano y de Javier Cabrerizo, mucho más tante que la manera en que se transmitan.
Y es que en el caso de los canales de televisión la experiencia de Unidad Editorial no ha sido nada positiva. Hace un par de años el Ejecutivo les pidió rentabilizar Veo TV con la prohibición de tener una pauta única publicitaria compartida con Antena 3. La cadena estuvo a punto de llegar al umbral de la rentabilidad, pero no fue posible debido a la posibilidad de ser competitivos comercialmente frente a los dos gigantes Mediaset y Atresmedia.
En mayo se hacía efectivo el cierre de dos de sus cadenas ocupadas hasta ese momento MTV y Marca TV. Un nuevo varapalo para sus intereses, esta vez orientados a alquilar frecuencias. Ahora el Grupo cree que la televisión en abierto carece de sentido en el nuevo panorama audiovisual, lo que no significa renunciar a producir contenidos audiovisuales, sino que abandonan la posibilidad de gestionar cadenas en abierto debido, entre otras cosas, a su elevado coste.
No obstante, de momento no mueven ficha, ya que en teoría a preros de enero debería producirse un nuevo concurso de licencias que reordenaría nuevamente el mapa audiovisual. Después de esta reconfiguración en Unidad Editorial tomarán decisiones.
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