En un mundo donde el 80% del valor de las empresas se basa en sus activos intangibles, el perfil del profesional que perará en las organizaciones será, precisamente, aquel capaz de gestionar esta nueva realidad. Y la reputación es el intangible que actuará de ‘selector natural’ de las empresas que sobrevivan o no en un ecosistema donde la confianza en las empresas y organizaciones es un perativo. Desde el thinkt tank más prolífico de los últos tiempos, Corate Excellence, tienen las claves para el éxito empresarial de las coraciones.
Desde que hace 12 años surgiese Corate Excellence, un think tank español centrado en la investigación de los intangibles en España, el mundo ha dado un cambio que pocos auguraban. La crisis económica ha derivado en numerosas ‘micro’ crisis: de valores, sociales, políticas, de confianza… Y es que vivos en la era de la desconfianza. Desconfianza en la clase política (los políticos son el tercer problema según el CIS); desconfianza en las empresas (entre 2013 y 2014 la confianza de la población española en las empresas ha disminuido 6 puntos según el Edelman Trust Barometer); y la crisis del sistema financiero (la reforma del sistema financiero se ha convertido en la principal preocupación de las agendas públicas, tal y como recoge un informe elaborado Corate Excellence que analiza los temas más tantes en materia de asuntos públicos).
La falta de ética en muchas de las operaciones económicas de los años anteriores a la crisis es también la responsable de la falta de confianza entre la ciudadanía a organizaciones, empresas e instituciones. Solo aquellos que gozaban de mejor reputación han sobrevivido a una de las épocas más convulsas de la historia reciente. En este sentido, Ángel Alloza es claro al respecto: ‘La reputación es la herramienta que permite conseguir la confianza’. Y es la reputación el intangible más preciado y más difícil de conseguir.
Hoy en día ‘el 80% del valor de las empresas reside en sus activos intangibles, sin embargo la mayoría de las organizaciones se siguen gestionando según una realidad que ya no existe, la realidad de los años 80, donde los intangibles no tenían ningún valor’, se lamenta el CEO de Corate Excellence, Ángel Alloza.
En este contexto cabe preguntarse si las empresas y organizaciones están sabiendo gestionar ese 80% del valor. Ángel Alloza es optista con los logros conseguidos en investigación, especialmente en España –un país puntero en el estudio de los intangibles y su gestión desde las empresas privadas. Sin embargo, el camino es largo. Uno de los puntos ‘flacos’ según Alloza es que aún la gestión de estos es aún vaga. ‘No existe consenso en la gestión de los intangibles, es decir, el 80% del valor de las empresas no tiene estándares de medición ni de gestión’, asegura el CEO de Corate Excellence.
Precisamente el objetivo del think tank liderado Ángel Alloza y un pequeño equipo que no alcanza las 10 personas, es conseguir la excelencia de las empresas. ‘Lo fundamental es que que las empresas lideren su reputación excelente’. El futuro será de las empresas que tengan mejor reputación dentro de su sector. Y la confianza es lo que permite generar relaciones excelentes con los distintos grupos de interés, y que estos valoren a las organizaciones y estas sean admiradas. ‘El que consiga las relaciones más fuertes con sus grupos de interés será el que salga vencedor’, afirma Alloza.
La gestión de los intangibles se convierte, pues, en un objetivo prordial para la empresas. El problema surge en que los profesionales que tendrán (y tienen) que hacer frente a esta gestión se encuentran, un lado, falto de conocientos (de ahí la proliferación de estudios y programas de formación, como el que pone en marcha Corate Excellence); y la falta de un lugar definido y claro dentro de la empresa. Así, estas funciones de gestión de los intangibles han sido asiladas directores comunicación en unos casos, directores corativos en otros, o responsables de relaciones institucionales. ‘En 20 años en Estados Unidos una de las profesiones más demandadas será la de gestor de los intangibles’, asegura Ángel Alloza.
Pero no solo hay un déficit de profesionales, también de herramientas y de poder de decisión en las organizaciones. ‘La única manera de que los consejos de administración hagan lo que queremos que hagan es agregando los indicadores intangibles a los financieros, y para ello las métricas son prescindibles’, asegura Alloza, quien es firme al asegurar que las empresas comienzan a entender y valorar en términos económicos la reputación y los intangibles que la rodean. Así, ‘a una empresa con buena reputación le es más fácil conseguir sus objetivos, atraer talento, capital a menor coste y conseguir las licencias para operar en el mercado’, concluye el CEO de Corate Excellence.
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