Josep María Bartomeu ha convocado elecciones presidenciales en el FC Barcelona para final de temporada en medio de la tormenta institucional desatada por la disputa entre el Leo Messi y Luis Enrique. Sorprendentemente se da un margen de al menos seis meses -sin decir cuáles serán sus intenciones- aunque lo cierto es que es el tiempo necesario para que pueda cerrar los grandes contratos pendientes del club. Entre ellos se encuentra el postergado contrato televisivo que se negocia en paralelo con Mediapro y Telefónica para la temporada 2015-2016.
El contrato televisivo trae de cabeza a los dirigentes del FC Barcelona. El Real Madrid cerró su propio acuerdo para la próxima temporada el pasado mes de octubre, pero su principal rival sigue a la espera de las tensas negociaciones a tres bandas entre Mediapro, Telefónica y el club. El miércoles os contábamos en prnoticias que todo este caos institucional perjudicaba seriamente los intereses de este contrato ya que retrasaba la firma del acuerdo definitivo.
No obstante, Bartomeu ha estado fino y ha convocado a elecciones esta semana, precisamente para calmar la revuelta institucional de su propio equipo de asesores y de paso frena candidaturas externas como la de Joan Laporta. Y lo hace además con gran acierto al convocarlas para el verano, con seis meses por delante para negociar precisamente y con toda tranquilidad institucional el contrato de televisión, los patrocinios deportivos y los sponsors oficiales.
En el caso del contrato de televisión, firmará un acuerdo sólo por una temporada (2015-2016), la última antes de la venta centralizada de derechos televisivos donde todos los clubs negociarán en conjunto bajo el alero de la LFP. En esta negociación conjunta Madrid y Barça pretenden conseguir al menos 150 millones de euros por temporada cada uno, de la bolsa total cercana a los 600 millones.
Con este antecedente en el FC Barcelona quieren moverse en cifras similares para el contrato unitario, y si es posible intentar recaudar un montante mayor, considerando que será el último que podrá cerrar en solitario. En este punto Bartomeu quiere hacer gala de buen negociador. Sabe que mientras mejor rendimiento económico saque a estos contratos, mejor parado estará de cara a la nueva elección.
El actual presidente del FC Barcelona es consciente que mejorar los ingresos es clave e incluso más importante que los resultados deportivos. Y en esto volcará todos sus esfuerzos en estos últimos seis meses de su actual mandato.
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