Los Obispos no están contentos con su inversión en 13TV. La emisora de TDT nacional pasa por horas bajas con constantes pérdidas y sin un modelo definido. A comienzos de diciembre llegaba a la cadena Sergio Peláez como el nuevo Consejero Delegado, un hombre de COPE que buscaba poner orden y hacer un balance real de la actual situación de la emisora. Un mes después su diagnóstico no es positivo: si 13 TV no consigue una señal en propiedad el negocio es inviable.
13 TV no termina de consolidarse. En cuarto años de funcionamiento la emisora no logra el punto de equilibrio y arrastra el lastre del alquiler de su señal de televisión a Unidad Editorial, cercano a los dos millones de euros anuales. El escaso crecimiento del mercado publicitario para cadenas pequeñas sumado a su mínima evolución en el share (lleva un 1,7% de share en lo que va de mes) dibuja un panorama nada alentador de cara a 2015.
En verano de 2011 la Conferencia Episcopal entraba en el accionariado de 13 TV con un 51% del capital y fusionaba la cadena con la posteriormente extinta Popular TV. Los Obispos entraban en un proyecto en que pusieron muchas esperanzas –y dinero- esperando convertirse en la tercera generalista después de Antena 3 y Telecinco.
Después de tres temporadas y media, las deudas se acumulan y el share sigue sin consolidarse. Y lo que es peor, el tiempo se agota y los Obispos tienen cada vez menos interés en reflotar el proyecto. La COPE mejora en audiencia y sus emisoras temáticas comienzan a ganar dinero por lo que las inversiones que se hagan en la televisión podrían perjudicar a la Radio en el mediano plazo.
Es por ello que desde hace algunos meses buscan comprador, sin éxito, para una emisora que no tiene una señal en propiedad, quizás en estos momentos el único gran activo que puede ofrecer una cadena. La última carta de los Obispos fue el nombramiento de Sergio Peláez como nuevo Consejero Delegado, ex director de COPE en Valencia y hombre de la emisora. Es un cambio de estrategia, ya que hasta hoy los Obispos han intentado siempre tener separados los dos negocios.
Peláez lleva un mes en la emisora y su diagnóstico no es positivo: si 13 TV no tiene una señal en propiedad el negocio es inviable. Es por ello que apuesta todas sus fichas al concurso que ha anunciado poro no convocado el Ejecutivo. Con esta señal se ahorrarían al menos dos millones de euros anuales, claves para su supervivencia y en el peor de los casos podrían venderla o alquilarla, que es lo que ‘sufren’ en este momento con Unidad Editorial.
Con todo, el negocio de 13 TV no pinta nada bien y no se descarta el cierre si es que los datos no empiezan a remontar y si es que no se consigue la esperada licencia en propiedad. Todo dependerá de este 2015, clave para la emisora y para la reconfiguración del mapa de la TDT.
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