Uno de los temores más frecuente tras haber sufrido un infarto de miocardio tiene que ver con la actividad sexual. ¿Cuándo puedo volver a tener sexo? ¿Qué problemas puedo tener durante mis relaciones? ¿Qué consideraciones tengo que tener presentes? Al paciente le surgen infinidad de dudas para las que apenas recibe información. Al menos así lo acaba de desvelar un estudio publicado en la revista Circulation y que ha servido para llamar la atención de los cardiólogos para que incluyan este tema en sus conversaciones con los pacientes antes del alta hospitalaria, y de los pacientes, para que pierdan la vergüenza a la hora de hablar del tema.
En España únicamente el 13% de las mujeres y el 17% de los hombres recibe asesoramiento por parte de su cardiólogo sobre la actividad sexual que pueden realizar tras haber padecido un infarto. Lo acaba de desvelar un estudio internacional dirigido por la Universidad de Yale y coordinado en España por el Dr. Héctor Bueno, cardiólogo del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
El trabajo también expone que las mujeres reciben consejos más restrictivos que los hombres sobre la vuelta a la actividad sexual. Así, se les aconseja limitar su actividad sexual al 64% de los hombres españoles frente a un 83% de las mujeres. Las recomendaciones son tomarse el pulso durante la práctica o adoptar un papel más pasivo.
Para el doctor Bueno, este dato es ‘especialmente relevante, pues de él se desprende una excesiva precaución de los cardiólogos españoles que ni está justificado ni cumple con las indicaciones de las guías de práctica clínica’.
Así, el experto demanda a los cardiólogos que incluyan este tema en sus conversaciones con los pacientes antes del alta hospitalaria, y de los pacientes, para que pierdan la vergüenza a la hora de hablar del tema. Con respecto a los pacientes, pide que pierdan la vergüenza y se despojen te tabúes ‘y hablen de este tema con sus médicos, ya que no solo les ayudará a reducir el miedo y la incertidumbre sino que les facilitará alcanzar antes una recuperación integral tras el infarto’.
‘El poder realizar una vida normal tras padecer un infarto y por lo tanto mantener una actividad sexual satisfactoria es un factor esencial en la recuperación del paciente. Por el contrario, las limitaciones en la vida sexual del paciente pueden derivar en depresión, insatisfacción y poca adherencia al tratamiento’, asegura el doctor.
Este trabajo ha incluido a más de 3.500 hombres y mujeres de entre 18 y 55 años con infarto de miocardio. El estudio, llamado VIRGO en Estados Unidos e IMJOVEN en nuestro país, ha tenido como objetivo estudiar las características de las mujeres jóvenes que han sufrido un infarto y cómo este afecta a su vida posterior en comparación con los hombres de la misma edad.
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