Las grandes compañías españolas y extranjeras comienzan a prepararse para la internacionalización o anticipándose a la era Podemos. Los cambios no solo vienen el cambio de sus sedes, buscando nuevos destinos, sino también en la reestructuración de los departamentos de comunicación.
Algo pasa en las grandes empresas que operan en España. La aceleración de los planes de internacionalización junto con la incertidumbre de la posible llegada de Podemos al escenario político están promoviendo cambios en las estructuras de las mismas. Las consecuencias de estos cambios son ya palpables en las direcciones de comunicación, que en este contexto parece que no tiene sentido que mantengan su sede central en España.
Esta misma semana conocíamos la salida de José Luis GonzálezBesada de la dirección de comunicación de Iberdrola o la de José Manuel Velasco de FCC. Su marcha llega en un momento en el que ambas compañías se han producido tantes cambios, y donde la internacionalización se adivina como la estrategia de creciento. ¿Tiene sentido entonces mantener las centrales de decisión y ende las de comunicación en España? La respuesta parece que es no.
El Banco Santander también se encuentra en pleno proceso de definición de su nueva estrategia de posicionamiento. Con la llegada de Ana Botín, uno de los preros cambios que se produjeron fue la salida de María Sánchez del Corral, directora de g del Banco y principal pulsora de los patrocinios de la fórmula 1 del banco. Ahora las intenciones de Ana Botín pasan alejarse de la Fórmula 1 a toda costa, incluso ya hay voces que apuntan a un cambio en los colores corativos del Banco, con una apuesta el verde como posible color de referencia de la entidad.
Otras empresas españolas que, sin embargo, ya emprendieron el camino de la internacionalización con sus departamentos de comunicación han sido Repsol y BBVA, ejemplo, donde no se esperan cambios, que ambas empresas ya han ‘hecho sus deberes’ en este sentido.
El sector vive un momento en el que muchos se hacen la pregunta ¿Quién será el próxo?. Pues bien, habrá más profesionales de la comunicación ‘víctas’ de una realidad empresarial que ya ha llegado.
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