Puede parecer obvio: para dar malas noticias debemos huir de canales como el teléfono o cualquier herramienta digital que prive de mantener un contacto directo con nuestro interlocutor. Sin embargo, cada vez son más las personas a las que no les importa utilizar Whatsapp, Facebook o cualquier red social para informar a un ser querido de una noticia cargada de fatalidad. A ellos, ‘escudarse’ detrás de una pantalla les permite preparar mejor el mensaje o liberarse de cargas psicológicas, pero ¿cómo afecta a su receptor? ¿Qué trastornos pueden provocarle? ¿Generan un repentino ‘subidón’ de estrés como hasta ahora se ha sostenido?
Aunque en más de una ocasión hayamos defendido que recibir una mala noticia a través de las redes sociales nos provocaba un aumento del estrés, hasta ahora no existía evidencia científica al respecto.
Un estudio realizado por el centro de investigaciones Pew Research en una muestra de 1.801 adultos acaba de desvelar que las redes sociales son responsables de que aumente el estrés. Pero cabe matizar que esto solo ocurre en unos usuarios determinados y que esta dolencia no se genera con el uso directo de estas herramientas, sino debido a los diferentes problemas que nos cuentan nuestros contactos o que leemos de quienes seguimos.
Los investigadores han descubierto que el estrés no está asociado con la frecuencia en el uso de la tecnología o con el número de amigos que tengas, pero sí con las redes que uses. Así, por ejemplo, las personas que manifiestan niveles más bajos de estrés son las que tienen Twitter y correo electrónico.
El estudio revela que el contacto digital propicia que sintamos más confianza en las personas que nos rodean y nos encontremos más apoyados y seguros en todo momento. El problema surge por el que se ha llamado ‘el coste de cuidar’, es decir, cuando los usuarios sienten como suyas las adversidades que les cuentan sus amigos y familiares o que leen de éstos a través de la red, lo que genera un considerable nivel de angustia.
Así, en el caso de las mujeres, los principales problemas wasapeados o tuiteados que causan estrés son: saber que ha muerte el hijo, la pareja o el cónyuge de un amigo o familiar (14%), conocer el arresto de un conocido (11%), estar al corriente de que a un conocido le han reducido el sueldo (9%) o que nos comuniquen la hospitalización de un allegado por un accidente (5%). En el caso de los hombre, preocupan principalmente los arrestos de conocidos (15%) o la reducción del sueldo de un amigo (12%).
En conclusión, entre los datos del estudio ‘no hay evidencia de que los usuarios habituales de las redes sociales presenten más estrés que las personas que utilizan poco o nada las tecnologías digitales’, comenta Keith Hampton, profesor de la Universidad de Rutgers y director del informe. Sin embargo, sí es relevante que el uso social de la tecnología digital aumenta la conciencia de los acontecimientos estresantes de la vida de otros, lo que puede contribuir de forma muy importante a que aumente el propio estrés de quien recibe la información. El estrés se contagia a través de las redes sociales.
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