En la Tierra a sábado, 27 abril, 2024

Los expertos advierten de las consecuencias de los desequilibrios nutricionales en los bebés

 

Las conclusiones del estudio Alsalma 2.0 son especialmente llamativas este año, dado que las últimas investigaciones llevadas a cabo en todo el mundo demuestran que la nutrición en los mil primeros días del niño –desde su concepción hasta los dos años de edad- tiene un fuerte impacto en el riesgo de desarrollar sobrepeso y obesidad en años/décadas posteriores. Ya existen publicaciones que relacionan el exceso de proteínas con sobrepeso y obesidad en la infancia y, más concretamente, con un rebote adiposo precoz.

La revista Anales de Pediatría -la publicación oficial de la Asociación Española de Pediatría (AEP)- ha publicado el estudio Alsalma 2.0, un análisis cuantitativo realizado por un comité de expertos en Nutrición y Pediatría y patrocinado por la compañía Danone Nutricia dentro de su programa educacional “Alimentando la Salud del Mañana”. Es la primera y única investigación en España que se centra exclusivamente en analizar los hábitos nutricionales de los niños menores de 3 años para comparar los resultados obtenidos con las recomendaciones de consumo energético e ingesta de nutrientes. El estudio muestra una visión muy detallada de los patrones alimentarios de este grupo de población y concluye que “la promoción de una alimentación saludable debe centrarse en la corrección de los desequilibrios dietéticos detectados para favorecer la salud futura de los niños”.

En el estudio Alsalma 2.0 han participado 186 pediatras y 1.701 niños cuyas madres rellenaron un diario detalladoen el que se recogían todos los alimentos ingeridos por sus hijos durante días no consecutivos. Expertos en nutrición analizaron estos cuestionarios dietéticos y cada alimento fue convertido en nutrientes, según tablas ya establecidas y estandarizadas. De esta forma se podía evaluar la cantidad de micro y macronutrientes ingeridos por estos niños. El 95,9 % de ellos consumieron proteínas por encima del doble de las recomendadas. Las deficiencias observadas en los grupos de edad de 13-24 meses y 25-36 meses respectivamente fueron: vitamina D en el 81,7% y 92,1%; vitamina E en el 39,3% y 53,4%; ácido fólico en el 12,5% y 14,8%; calcio en el 10,1% y 5,5%; y iodo en el 27,1% y 31%. También se observó que una mayor proporción en el consumo diario de proteínas y de hidratos de carbono, y una menor proporción de lípidos totales, se relacionan con un mayor índice de masa corporal, independientemente del consumo energético que se haga.

Para que el estudio Alsalma 2.0 fuera representativo de la población infantil española de 0 a 3 años se realizó un cálculo para obtener una muestra significativa de población infantil con 4 grupos de edad analizados (0-6 meses, 6-12 meses, 12-24 meses y 24 a 36 meses), ya que las necesidades nutricionales son diferentes en cada uno de ellos. También se realizó un cálculo estimado de pediatras y niños por comunidad autónoma, de modo que también se puede conocer la realidad nutricional de cada región española.

De los datos analizados también se extrae que el 70% de los niños tiene un buen seguimiento de la dieta mediterránea. Pese a ello, el porcentaje de consumo de comida rápida es elevado en estas edades tan tempranas: más de un 90% se alimenta una o más veces a la semana con este tipo de comidas.

 

 

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