Lo que puede ser un gesto sencillo y cotidiano como comprobar la fecha de caducidad de un paquete de leche es un gran reto para las millones de personas que en el mundo sufren discapacidad visual. Por lo que a Hans Jørgen Wiberg se le ocurrió la idea de aprovechar las nuevas tecnologías y desarrollar una aplicación móvil que permita a cualquier usuario de smartphone convertirse unos minutos en los ojos de estas personas.
Se llama ‘Be My Eyes’ y funciona a través de unos pasos muy sencillo. La persona ciega solicita asistencia a través de su Smartphone y el ayudante o la persona registrada en el sistema como voluntario recibe una notificación de ayuda que debe aceptar. A partir de ahí, se establece una conexión de vídeo en directo desde la cual el voluntario podrá ver cuál es la necesidad del invidente visual y responder a su reclamo: leer en voz alta lo que está viendo o describir una escena.
‘Be My Eyes’ funciona de forma parecida a Face Te de iPhone o los Hangouts de Google. Con la diferencia de que quien llama no elige a quién, sino que pide ayuda y el sistema inicia automáticamente la videollamada con alguno de los voluntarios que estén disponibles en ese momento.
Los voluntarios establecen su disponibilidad directamente en la app, de tal modo que el sistema les pasa las videollamadas cuando alguien con problemas de visión solicita ayuda en su horario preestablecido.
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