El Gobierno, Atresmedia y Mediaset siguen negociando la esperada ‘pax mediática’, mediante la cual las televisiones deberían comprometerse a no atacar al Partido Popular en elecciones a cambio de no devolver la publicidad a Televisión Española, a no quitarles ocho canales de TDT impugnados ante el Supremo y a ser benévolo en el nuevo reparto de cadenas de TDT que debería ver la luz durante este año. No obstante, Moncloa ha puesto una condición innegociable: no habrá acuerdo mientras La Sexta y Cuatro sigan siendo el altavoz de Podemos y de Pablo Iglesias.
Las cadenas han tenido un 2014 dulce en facturación publicitaria con crecimientos superiores al 10%. Esto les ha dado una aparente tranquilidad aunque las dudas económicas de comienzo de 2015 hacen que haya bajado considerablemente la euforia. En cualquier caso, esta lenta recuperación se vería drásticamente frenada si es que se cumplen las amenazas de Moncloa de cambiar radicalmente –otra vez- el panorama audiovisual.
Atresmedia y Mediaset quieren una promesa en firme del equipo de Rajoy de que la publicidad no volverá a Televisión Española (TVE) y que no se les quitarán cadenas a cambio de licitar señales para hipotéticos nuevos actores que distorsionarían el actual duopolio publicitario del que disfrutan los dos grupos audiovisuales y que les hace repartirse más del 80% de toda la publicidad en televisión.
Moncloa a cambio quiere tranquilidad y el compromiso de que en elecciones las cadenas se dedicarán a entretener y a informar lo justo como para no entorpecer la campaña de limpieza de imagen del Gobierno. Las teles están dispuestas, pero Rajoy va más allá y ha pedido explícitamente que Podemos, Pablo Iglesias y todo su equipo salgan de sus televisiones. En concreto han pedido que La Sexta y Cuatro dejen de ser altavoces del partido y de sus dirigentes, ya que atribuyen el éxito de esta formación casi exclusivamente a su elevada exposición mediática.
Con todo, las teles se lo piensan y evalúan el impacto que puede tener en sus audiencias una abrupta salida de Podemos. Para nadie es un misterio que La Sexta y Cuatro han logrado sus mejores audiencias en enero con un 7,7% y un 7,3% respectivamente y ello se produce en gran medida gracias al tirón de la nueva formación política y a las múltiples entrevistas de su líder en sus diferentes programas políticos. Esto significaría además que los espacios informativos bajen la presión contra el PP, otro filón de audiencias que se perdería. Las negociaciones siguen.
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