Cadena SER está viviendo su segundo día de movilizaciones tras el lunes negro en que fueron despedidos siete de sus redactores históricos. En total, los sindicatos contabilizan la friolera de 70 salidas –entre bajas voluntarias y despidos- durante el último año. Una cifra que asusta pero que en ningún caso significa el fin de los recortes. La plantilla ha pedido un compromiso de estabilidad en el empleo, algo que en los despachos de Prisa Radio ven imposible. Aún queda mucho por recortar.
Ni despidos disciplinarios ni enfrentamientos con la dirección. El motivo de fondo de los últimos despidos, así como de los 70 que se han acumulado en el último año, responden exclusivamente a la estrategia de recortar costes de manera acelerada tras los malos datos de 2014. Según los últimos datos del Registro Mercantil la empresa registró unas pérdidas de 17,6 millones de euros en 2013 con una facturación de 143,4 millones de euros.
Las cifras de 2014 se harán públicas a finales de este mes, pero según hemos podido saber no serán nada buenas. Es por ello que se hace absolutamente necesario recortar costes. La publicidad creció apenas un 3,1% en 2014 y en el caso de la Cadena SER los gastos son muy superiores a este dato. Por ello han realizado unos 70 despidos en un año y ahora apostarán por seguir despidiendo a los redactores que más cobran. El objetivo es llegar a acuerdos amistosos, para luego sustituirles por empleados que tengan salarios más bajos.
El Registro Mercantil indica que al cierre de 2013 Cadena SER tenía 1.055 empleados, de los cuales 93,2% eran fijos y el resto eran eventuales. No obstante, esta cifra oculta los centenares de colaboradores y los becarios, muchos de los cuales debieron abandonar el año pasado la emisora tras la inspección de Trabajo.
Para evitar que los depidos continúen durante toda esta semana la plantilla seguirá con sus dos movilizaciones diarias. El viernes bajarán a la calle para paralizar la calle Gran Vía.
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