El paciente se ha convertido en un actor del sistema sanitario que no se conforma con el protocolo médico tradicional. Demanda más información, busca opiniones en otros profesionales y se informa sobre accesos más rápidos a los tratamientos. ‘Ha pasado de querer saber más a involucrarse en su enfermedad’, asegura Irene Tato, consultora de Comunicación Sociosanitaria y Docente en el área de Salud 2.0. Pero ¿tienen en consideración el resto de profesionales del sistema este nuevo rol del paciente?
En el marco de la jornada ‘La Salud 2.0: Healthcare Social Media’ celebrada en Madrid, Irene Tato ha descrito la situación actual del sistema sanitario subrayando que existe un ‘paciente impaciente’ que ‘sale de su zona de confort no solo con el ánimo de avanzar en su propia enfermedad, sino también de reconfortar a otros pacientes’.
Ya no hablamos del paciente pasivo que se sometía a los dictámenes del médico ni de aquel que quería saber más sobre su enfermedad. ‘Esto del 2.0 en el año 2015 es un poco antiguo’, ha apostillado Julio Mayol, director del programa Madrid MIT+Vision.
Ahora el paciente quiere estar involucrado: opinar, decidir y establecer una red de colaboración con su médico. Sin embargo, necesita que los facultativos también cambien de actitud y se familiaricen con el entorno digital. ‘Si de verdad queremos poner al paciente en el centro del sistema, debemos empezar por escuchar lo que quiere’, ha puntualizado Julio Mayol.
En este sentido, ha advertido que ‘el modelo está en crisis porque hay vicios que hacen muy difícil convencer de que más recursos no es siempre asegura mejores resultados’. Así, la transformación no pasa por ‘mejorar la sostenibilidad’, como muchos insisten en señalar, sino el retorno. ‘¿Cómo conseguir más valor por euro invertido?’, pregunta.
El cambio debe dejar a un lado el paradigma centrado en las instituciones (centrado en efectividad, calidad y seguridad; en el buen servicio a pacientes conocidos; en refuerzo de instituciones competitivas; en la mejora del servicio a través de la reorganización y el aumento de recursos; etc).
Se debe apostar por un paradigma personalizado y poblacional centrado en el valor y la equidad, en dar servicios personalizados a todos los pacientes de la población, en el desarrollo de sistemas y redes de colaboración con pacientes, y en la cultura del cambio y del conocimiento.
Ángel González, fundador y consejero delegado de Ideágoras, ha comentado que ‘las redes sociales suponen una manera de poner al paciente en el centro’. ‘Lo social también es terapéutico’, comenta. Según este experto, ‘la transformación tiene que ver con la adopción masiva de los nuevas tecnologías y la democratización de la red’.
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