Las principales entidades sociales y pediátricas españolas se han unido para elaborar un documento que facilite el diagnóstico temprano del cáncer infantil desde los servicios de Atención Primaria con motivo de la celebración el próximo domingo del Día Internacional del Niño con Cáncer.
La detección temprana es una de las claves principales para lograr superar el cáncer, más aún en el caso del cáncer infantil. Por ello, la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC), la Asociación Española de Pediatría (AEP), la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP) y la Sociedad Española de Hematología y Oncología Pediátrica (SEHOP) se han unido para elaborar una guía que recoge las claves de la atención y el diagnóstico precoz del cáncer infantil y juvenil.
El documento, titulado ‘Guía de Atención Temprana al Cáncer en Niños y Adolescentes’, va dirigido a profesionales de la Atención Primaria e incluye diagramas con los síntomas e indicadores de los principales tipos de cáncer que afectan a niños y adolescentes.
Los representantes de las distintas instituciones han coincidido en apuntar la necesidad de referir a unidades especializadas de Oncología Pediátrica a los pacientes pediátricos con sospecha de cáncer. Según han explicado en rueda de prensa, el cáncer infantil es una enfermedad que puede manifestarse inicialmente con los mismos síntomas que otros procesos frecuentes.
Por ello, en el caso de que un niño o adolescente consulte en varias ocasiones (por ejemplo, tres o más veces) por la misma sintomatología sin tener un diagnóstico claro, la guía recomienda que se le derive de forma preferente.
La presidenta de la FEPNC, Pilar Ortega, ha asegurado que ‘la detección precoz es todavía una asignatura pendiente en el cáncer infantil’. ‘Negarnos a creer que una enfermedad como esta puede afectar a los más pequeños y no tener herramientas que nos permitan detectar el cáncer marca la diferencia entre la vida y la muerte’, ha zanjado. Por eso, según Ortega, ‘contar con protocolos de detección temprana es la mejor medicina contra el cáncer infantil’.
Pero esta detección no es fácil, y los mejores observadores de los síntomas de los menores suelen ser los padres. Así, una de las recomendaciones es que los profesionales de Atención Primaria (AP) tengan en cuenta la percepción y el conocimiento de los hijos por parte de sus padres a la hora de considerar una derivación preferente del paciente.
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