Los más de 158 millones de dólares .que ha recaudado Cincuenta Sombras de Grey parece que no ha empeñado la pésica estrategia de comunicación de la cinta, que si bien ha conseguido el éxito gracias a la expectación, no sabemos si las dos secuelas de la saga previstas para filmar consigan el mismo éxito. Repasamos algunos de los fallos de la estrategia de comunicación de la cinta del año.
Desde que se conocieran las intenciones de trasladar al cine las desventuras de Anastasia Steele, protagonista del Best Seller ‘Cincuenta Sombras de Grey’, la expectación en torno a todo lo que sucedía con la cinta no ha hecho más que crecer. En un primer momento, desde el punto de vista de la comunicación, parecía fácil ‘vender’ el que, antes de incluso rodarse, sería el estreno del año.
Lo cierto es que el equipo de Universal Pictures lo ha tenido muy ‘fácil’ para promocionar Cincuenta Sombras de Grey. Lo difícil vendrá con las dos secuelas ya firmadas, y es que el disparate de estrategia de comunicación, unido a rumores poco favorecedores y unas críticas demoledoras hacen de los dos estrenos pendientes de la saga une empresa muy difícil.
La falta de química entre los dos actores protagonistas, Dakota Johnson y Jamie Dornan, ha sido uno de los rumores más extendidos sobre el rodaje de la cinta, razón por la cual los mentideros aseguraron que fue necesario volver a rodar varias escenas. Precisamente la falta de química se volvió a descubrir durante la promoción de la película. Las entrevistas no solo confirmaban que los dos actores no tenían química, sino que además, podría haber habido tiranteces entre ellos.
Las mismas tiranteces se produjeron entre la autora de la saga y la directora de la película. E.L. James y Taylor-Johnson tampoco tenían relación durante el rodaje de la obra. Lo que sin duda ha afectado, para muchos, al resultado.
Precisamente desmentir estos rumores no ha sido objetivo primordial del equipo de comunicación de la cinta. Sino todo lo contrario. Juntar a los dos actores protagonistas no ha sido una buena idea en muchas de las entrevistas en las que ni siquiera se miraban.
Pero puede que uno de los peores errores haya sido hacer coincidir el estreno de la película en plena temporada de exhibición de las películas que corren hacia el Óscar. Las malas críticas previas al estreno no han evitado que millones de personas hayan comprado las entradas para la primera entrega de la saga. Pero habrá que ver si consiguen que los seguidores vuelvan a los cines en las secuelas.
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