La televisión sigue tirando del carro de la inversión publicitaria en el comienzo de 2015. Si en 2014 crecieron un 9,1%, entre enero y febrero han disparado su alza por encima del 10%, consolidando una tendencia ascendente en un mercado en que los anunciantes están volviendo, al menos a la televisión. Las televisiones están muy por encima del resto de soportes donde los crecimientos son todavía muy discretos. Ahora empieza la carrera por subir sus precios.
Las cadenas de televisión privadas continúan siendo el principal soporte publicitario para las marcas, por volumen, pero además por crecimiento. El año pasado casi duplicaron el alza de la inversión publicitaria en todos los soportes y estos primeros dos meses del año las cosas van por un camino similar. La tarde de ayer publicamos que la prensa crecía levemente y hoy podemos confirmar que las televisiones han crecido por sobre el 10%, mejorando incluso los datos de 2014.
La explicación a esta desigualdad entre soportes es que los anunciantes buscan un seguimiento masivo a sus campañas que hoy sólo pueden darle los canales de televisión. Si además a esto le sumamos que la publicidad en televisión está a unos precios muy por debajo que antes de la crisis, tenemos un buen negocio para los anunciantes que consiguen mayores impactos por menos dinero.
Este es precisamente el mayor reto en estos momentos para la televisión: rentabilizar este volumen y aumentar los ingresos subiendo los precios de manera progresiva. No obstante, los anunciantes llevan muchos años pagando valores por debajo del mercado y es difícil realizar subidas bruscas sin poner en riesgo sus actuales inversiones. Las cadenas hacen sus apuestas y sus equipos comerciales están volcados en esta tarea.
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