RTVE prevé cerrar el ejercicio económico 2014 con un déficit de 132,9 millones, según ha informado el propio presidente de la corporación, José Antonio Sánchez, en respuesta a una pregunta parlamentaria escrita del PSOE y según ha publicado Ecoteuve. Con ello la Corporación acumula más de 500 millones de euros en pérdidas desde 2008, cuando el Estado asumió su anterior deuda de 7.500 millones. En 2015 la situación es incierta ya que en teoría Moncloa prepara un nuevo sistema de financiación para la Casa.
Las informaciones aportadas por el propio presidente de la Corporación indican que ‘al cierre del ejercicio económico 2014, se prevé un resultado negativo de 132.963.000 euros’, explica Sánchez, que también recuerda los números rojos del año pasado: ‘En 2013, el resultado del ejercicio supuso unas pérdidas de 113.338.000 euros’. El presidente de la Corporación esperaba la inyección de 26 millones extra para reducir el déficit, pero el dinero finalmente no ha llegado.
En total se acumulan 507 millones de euros en pérdidas desde el año 2008, casi prácticamente desde el nacimiento de la Corporación RTVE que sustituyó al Ente Público RTVE cuyo déficit de 7.500 millones de euros fue asumido por el Estado. En 2008, el año que se inició la crisis, la Corporación registro pérdidas de 72,12 millones, en 2010 pérdidas de 47,11 millones y en 2011 se redujeron a los 29,17 millones de euros. En 2012 se produjo un saldo negativo de 112,98 millones y en 2013 fueron de 113 millones.
La nueva RTVE no ha demostrado ser rentable y camina a pasos agigantados hacia los alarmantes números de su predecesora. La cadena alega que las partidas destinadas para su financiación, en especial la de las telecos, no han llegado y que de no solucionarse esta situación, los números rojos se perpetuarán. Precisamente el gran objetivo es solucionar aspecto de la financiación que actualmente están en el limbo.
Lo primero es aclarar el tema de los patrocinios y la posibilidad de emitir anuncios publicitarios en algunas franjas. El objetivo es aumentar los ingresos de manera orgánica ya que el Ejecutivo ya ha cerrado la puerta a las aportaciones extraordinarias. También está en el aire un nuevo ajuste de costes ya que a partir de 2016 caduca la moratoria del Convenio colectivo que protegía el empleo y las actuales condiciones laborales.
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