Vicente Jiménez es oficiosamente el nuevo director general de Cadena SER. El que hasta ahora era corresponsal de ‘El País’ en Estados Unidos, sustituirá a un cuestionado Alejandro Nieto y será el encargado de encauzar a una emisora de Radio en crisis, desnortada ideológicamente y con serios problemas económicos. Jiménez, que toda su vida se preparó para ser director de ‘El País’, se enfrenta ahora al reto más importante de su carrera sin ninguna experiencia en Radio.
Pocos días después del terremoto en Cadena SER tras los despidos de siete profesionales históricos de la emisora, los directivos de Prisa Radio han descabezado la cúpula de la Cadena SER. Andrés Cardó, consejero delegado de las cadenas de Prisa ha tomado la decisión de sustituir a un cuestionado Alejandro Nieto por Vicente Jiménez, hasta ahora corresponsal en Nueva York.
La decisión –adelantada hace pocos minutos por elmundo.es– ha tomado por sorpresa a la redacción. Y no por la salida de Nieto, que nunca terminó de convencer por su gestión, sino que por el nombramiento de Jiménez, un histórico de ‘El País’, que hasta último minuto se postuló como director de la cabecera tras la salida de Javier Moreno y el nombramiento de Antonio Caño.
Jiménez fue durante la dirección de Javier Moreno, el verdadero director del diario en las sombras desde su cargo de adjunto, pero fue defenestrado hace un año apartándole de Madrid y mandándole a un retiro dorado en Estados Unidos. Sorprende que el nuevo Director General sea un ‘exiliado’ de ‘El País’ y que además no tenga ninguna experiencia real en Radio.
Nieto, que ahora tendrá un cargo institucional dentro de la emisora para amortizar su elevada ficha, no logró encauzar el rumbo de la emisora desde que que su nombramiento hace cinco años cuando la cadena perdió a todo su equipo de Deportes. Ahora Vicente Jiménez tiene una papeleta aún más difícil con un fuerte plan de recortes de costes, despidos y contrataciones de colaboradores obligadas por la Inspección del Trabajo.
Jiménez deberá afrontar también la pérdida de identificación de Cadena SER con sus oyentes históricos de izquierdas en una creciente derechización que ha afectado transversalmente a todos los medios del Grupo Prisa.
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