Ayer recibimos a la Analítica Web, en el Centro de Innovación del BBVA y lo hicimos con los brazos abiertos. Se trata de una disciplina de un valor muy alto pero que, a pesar de llevar muchos años el liza, no goza aún del respeto que se merece, aunque va ganando adeptos. Por esto, y gracias a dos expertos como Gemma Muñoz y Tristan Elosegui, pudimos conocer el interior de esta disciplina.
Algo más que números. Como decíamos, la Analítica Web, es un campo con muchas variables. Sin embargo, para los no entendidos, parecen simples números. La pregunta es: ¿Se queda simplemente en eso? No. Como bien nos decía Gemma Muñoz, las cifras son una parte y nos dan la realidad de lo que ocurre, sin embargo es nuestro análisis posterior el que nos lleva a discernir los motivos por los cuales debemos o no cambiar nuestra forma de actuar.
No hay métricas básicas para todos.
Los análisis que realicemos deben estar basados en métricas. ¿Existen unas estándar? No. Cada uno debe tener las suyas y debe centrarse en ellas. De esta forma, conseguiremos tener claro lo que debemos medir y con ello podremos hacernos eco de que estrategias van por buen camino y cuáles no.
La fiabilidad de nuestras mediciones.
¿Los datos que obtenemos son fiables? No todo lo que debiesen. ¿El motivo? Nuestras costumbres de navegación. Por ejemplo, el que nos conectemos a una página por un largo periodo de tiempo no es sinónimo de que nos guste. Podemos habernos marchado y dejado el dispositivo encendido.
Por ello, podemos afirmar que fiable no hay nada. Sin embargo, si algo pasa de manera recurrente, eso es lo que debemos medir y es en lo que puede ayudarnos la Analítica Web.
No debemos echar el freno.
Esta inexactitud no debe ser un impedimento a la hora seguir midiendo. Y es que, lo importante no son sólo los números sino son las tendencias. ¡Tomad nota!
Seguiremos informando…
