En la Tierra a sábado, noviembre 23, 2024

Los tratamientos personalizados, la terapia del futuro en dermatitis atópica

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria de la piel que cursa con irritación, eccema y prurito y que, aunque es muy común en niños y suele desaparecer en la adolescencia, la pueden padecer entre un 2 y un 5 % de la población adulta. Para saber cuáles son sus retos, cómo afrontarla y los nuevos horizontes terapéuticos, expertos en dermatología y alergia de toda España se han reunido este fin de semana en Valencia, en el IV Curso de Formación Continuada en Dermatología y Alergia ‘Dermatitis Atópica del Adulto. Un reto común’, que ha contado con la colaboración de Área Científica Menarini y el aval de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

 

Uno de los grandes avances que se ha tratado en estas jornadas es el relacionado con los futuros tratamientos personalizados para la dermatitis atópica. La doctora Esther Serra, del servicio de Dermatología del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona y co-directora de las jornadas, ha explicado que ‘se van a iniciar ensayos clínicos con medicamentos que se adaptarán según el tipo de dermatitis de cada paciente. Los tratamientos personalizados reducen los efectos secundarios de la medicación mientras que se potencian sus beneficios, al estar mejor dirigidos”. Hasta ahora, el tratamiento para la dermatitis atópica se basa en emolientes tópicos, que “se utilizan para restaurar la barrera protectora de la piel’, según apunta la doctora, corticoides tópicos, antibióticos tópicos e inmunomoduladores, y que en los casos más graves se combinaban con corticoides, antifúngicos, antibióticos e inmunosupresores sistémicos según las necesidades del paciente.

 

Uno de los aspectos más importantes para el tratamiento de la dermatitis atópica es su abordaje multidisciplinar, tal y como como explica el doctor Carlos Colás, jefe del servicio de Alergia del Hospital Clínico Universitario de Zaragoza y co-director del curso: ‘Aunque en algunos pacientes las causas de la dermatitis atópica son intrínsecas, debido a que sus niveles de inmunoglobulina E están bajos, otros tienen una sensibilidad alérgica extrema a determinados agentes como el polvo, el polen o los ácaros, que desencadenan los brotes. En estos casos la coordinación entre el tratamiento dermatológico y el alérgico es fundamental’. A este respecto la doctora Serra añade que ‘la dermatitis es una enfermedad multifactorial, que tiene muchos disparadores. Factores tan diversos como el clima, el estrés, o incluso, en menor medida, la alimentación, pueden contribuir a su aparición’.

 

Por otro lado, el aspecto psicológico de la enfermedad ha sido otro de los temas que se ha tratado en estas jornadas. La dermatitis atópica suele manifestarse a menudo en partes muy visibles de la piel como la cara, las manos o el cuello. ‘La piel es nuestra tarjeta de visita, y los pacientes adultos manifiestan muchas veces cuadros de depresión y ansiedad asociados a esta enfermedad’, ha apuntado la doctora Serra. Por eso, el abordaje psico-dermatológico es muy importante, sobre todo para pacientes crónicos con los tipos más graves de dermatitis atópica.

 

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