La enfermedad crónica en la infancia está aumentando por la mejora de los tratamientos que evitan muertes prematuras y por el cambio en los estilos de vida (sedentarismo, hábitos tóxicos y malas costumbres alimentarias). Se estima que entre un 10 y hasta un 20% de los niños y adolescentes tiene una enfermedad que requiere cuidados continuados, lo que impacta en su desarrollo, socialización y vida familiar.
Para dar respuestas al reto de mejorar la continuidad de los cuidados; evitar duplicidad de consultas o de pruebas y permitir la compatibilidad con su educación, con el menor impacto para el niño y sus familias, diferentes expertos han participado en la mesa ‘La cronicidad en la infancia y la adolescencia’, durante el VII Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, impulsado por la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), en colaboración con la Junta de Castilla y León en Valladolid, que tiene lugar en Valladolid.
‘El reto de mejorar la continuidad de los cuidados cobra más importancia en esta etapa de la vida, ya que es fundamental evitar duplicidad de consultas o pruebas. Además, hay que tener en cuenta el paso a los 14 años de ‘los médicos de los niños’ a ‘los médicos de los adultos’, ya que esta transición no está suficientemente contemplada y cuidada por los profesionales’, señala Elvira Callejo, especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Centro de Salud Circunvalación de Valladolid y organizadora de la mesa de debate. Por otra parte, comenta la doctora, ‘hasta ahora, ha habido escasa presencia de la atención a la infancia y adolescencia en las estrategias de abordaje del paciente crónico’.
El tipo de enfermedad en esta etapa de la vida es muy variado, así como su impacto, pues van desde el asma, la fibrosis quística, las cardiopatías congénitas, la diabetes, la enfermedad inflamatoria intestinal, la insuficiencia renal, la epilepsia, o la artritis juvenil, hasta otras situaciones que pueden ser más discapacitantes como la parálisis cerebral, la espina bífida, el Síndrome de Down o los trastornos del espectro autista.
Esta mesa forma parte del programa científico del VII Congreso Nacional de Atención Sanitaria al Paciente Crónico, que reúne en Valladolid a 1.000 personas, entre profesionales de los servicios sanitarios y sociales, la administración y representantes de 80 asociaciones de pacientes y familiares con el objetivo de analizar, desde una perspectiva multidimensional, el cambio de modelo para atender a los enfermos crónicos. Un modelo que pretende conseguir la atención integral a la persona sin barreras entre instituciones o niveles asistenciales.
En la mesa también participaron Nathalie Esteban Heras, gerente de la Federación de Autismo de Castilla y León; Marta Sánchez Jacob, pediatra de Atención Primaria en el centro de salud la Victoria en Valladolid y Ramón Cancho Candela, neuropediatra en el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid.