Modelar la silueta, mediante la eliminación de células grasas localizadas en puntos clave como cartucheras, caderas, muslos, cintura…, redondeando las líneas típicamente femeninas, creando formas más angulosas en los cuerpos masculinos, elevando nalgas, afinando vientre; es una labor que solo un auténtico escultor del cuerpo, con un perfecto conocimiento de anatomía, puede conseguir. En Clínica Menorca, de la mano del Dr. Ángel Martín, se lleva practicando hace 25 años, con resultados francamente satisfactorios. Porque sólo los maestros saben esculpir una figura y hacer de ella una obra de arte.
No es el exceso de grasa, es su acumulación en zonas concretas lo que arruina nuestra figura. Por eso ni dieta ni ejercicio pueden acabar con ella. Sólo la lipoescultura, que consiste en el modelado de la silueta mediante la corrección de los depósitos localizados de grasa, garantiza un cuerpo armonioso, con las curvas en su sitio y las líneas rectas donde corresponden.
Y en su versión light, la lipoescultura láser, también conocida como laserlipólisis es la técnica quirúrgica más moderna que existe para eliminar los depósitos de grasa acumulados en el cuerpo que no podemos quitarnos ni con la dieta ni haciendo ejercicio.
No es una técnica nueva, pero sí la mejor para modelar las formas del cuerpo, redondear una cadera, esculpir unas piernas consiguiendo mayor longitud óptica, reducir cintura, eliminar flancos de la espalda…
Se realiza en hombres y mujeres con resultados espectaculares en una sola sesión. Aunque no serán visibles hasta un mes después del tratamiento, habrá que esperar entre 3 y 6 meses, incluso un año (en el caso de pantorrillas y tobillos) para poder apreciar los resultados definitivos. Se realiza con anestesia local y sedación, minimizando el riesgo de una anestesia general; de esta manera la recuperación del paciente es muy rápida y permite que colabore durante la intervención, fundamental a la hora de remodelar la figura. No necesita hospitalización.
El laserlipólisis integra varias longitudes de onda que pueden actuar a nivel del tejido hipodérmico (superficial) o bien sobre el agua del tejido infiltrado con anestesia tumescente, provocando la lisis adipocitaria y destruyendo de manera selectiva los adipocitos. La técnica tumescente, que necesita una infiltración previa de líquidos, tiene una característica especial que consiste en la aspiración de la capa más superficial de la piel, lo que permite aprovechar al máximo las capacidades retráctiles de la misma.
La energía láser actúa, además, reduciendo el sangrado por su efecto coagulador sobre los vasos y combatiendo la flaccidez gracias a su efecto térmico, que contrae las bandas de colágeno produciendo el tensado de la piel.
Su objetivo es remodelar el contorno corporal mediante la extracción de adipocitos (células de la grasa) de las zonas donde se hallan acumulados. En una única sesión se consigue la remodelación corporal de zonas como los brazos, muslos, papada, abdomen, flancos, banana subglútea, rodillas y tobillos.
Se realiza una pequeñísima incisión, tan sólo 3 mm, por la que se introduce la fibra óptica que conduce la luz láser para destruir de forma selectiva las células de grasa que serán absorbidas y eliminadas por el organismo. La intervención dura entre media hora y dos horas, pues permite en una sola sesión tratar todas las zonas necesarias. Y en una semana el paciente ya está recuperado.
Ventajas respecto a la lipoescultura tradicional
– La técnica es menos traumática y tiene un postoperatorio más rápido.
– La piel se adapta mejor al nuevo volumen. La acción del láser va creando nuevo colágeno que regenera la piel y estimula los tejidos. Con esta técnica se consiguen mejores resultados que con otros tipos de liposucción, pues al crear nuevo colágeno se obtiene una mayor tensión y reafirmación de la piel.
– La grasa se extrae mejor. La tecnología avanzada del láser para disolver los depósitos de grasa acumulada en zonas localizadas como las caderas, muslos, glúteos o abdomen, hace más fácil su extracción durante la intervención.
