Ser consejera delegada no es el sueño del 60% de las mujeres trabajadoras, así lo hemos podido comprobar en un estudio realizado por ondamujer.com. Actualmente, parece que las mujeres no pueden acceder a puestos de máxima responsabilidad a los que todas ansían pero, sorprendentemente, ocurre todo lo contrario.
En los últimos años, se multiplican los diversos planes, foros y eventos que buscan formar a mujeres que quieren llegar a puestos directivos. Los vemos bajo nombres como ‘Mujer y liderazgo’ o ‘La mujer en los Consejos de Administración’, también en jornadas similares donde parece que la presencia de las mujeres en puestos de alta dirección es el objetivo último de todas ellas. Sin embargo, en el estudio comentado, hemos observado que el 47% de las encuestadas asegura que se sienten ‘algo presionadas” mientras que el 15% afirma que no se sienten ‘nada presionadas’. Por el contrario, el 38% restante describe sentirse ‘muy presionadas’ para conseguir los logros laborales que se supone que tienen que alcanzar
Observando nuestro entorno parece que todas las mujeres de este país quieren ser Consejeras, CEO’s, Vicepresidentes, etc’. Sin embargo los datos apuntan a otra cosa.
De las mujeres en puestos de mandos intermedios consultadas por ondamujer.com, el 65,7% asegura que no le interesa ascender más en su compañía. Esto se debe a que el 35% de ellas encuentra demasiado estresantes los puestos de alta dirección. El 54% piensa que compaginar la alta dirección con su situación familiar es incompatible.
Desgraciadamente, las mujeres siguen siendo las encargadas del hogar y los hijos, lo que supone demasiada carga para el desarrollo de sus hipotéticas funciones como Vicepresidenta, CEO o miembro de algún Consejo de Administración.
No olvidemos que, más de la mitad de las mujeres ocupadas, que tienen hijos menores de quince años, (54,3%), además de su dedicación al trabajo remunerado, destinan también cinco horas o más al día al cuidado de sus vástagos. A su vez, cuando resulta preciso cuidar de familiares dependientes, hasta un 61,2% de las mujeres ocupadas dedican tres o más horas diarias, reduciéndose este porcentaje al 26,7% en el caso de los hombres.
Esto significa que las mujeres dejen los puestos de Alta Dirección para aquellas que no tienen hijos o bien quieren que sean terceras personas las que los cuiden mientras ejercen su labor. Todo motivado por la carencia de políticas de conciliación y educación en corresponsabilidad.
La desigualdad e insatisfacción también llega para las mujeres en su vida personal u ocio. Casi la cuarta parte de las mujeres (23,9%) se declaran insatisfechas, frente al 18,4% de los hombres. Esto se acentúa sobre todo en la edad de crianza de los hijos.
Sin embargo, existe un porcentaje, nada desdeñable, de mujeres que sí quieren acceder a la alta dirección y son las que se están movilizando para exigir a las empresas de head hunting, que incluyen mujeres en los procesos de selección. También existen programas para la formación de estas futuras directivas y consejeras, pero sobre todo, lo que este colectivo reclama es tener le poder de elegir si quieren o no acceder a puestos de máxima responsabilidad y que no lo decidan por ellas.
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