Éste no es más que uno de los muchos casos especiales que a diario plantean las usuarias de las consultas de ginecología. Mujeres con discapacidad psíquicas que precisan anticoncepción, inmigrantes que no entienden el idioma de su facultativo o incluso aquellas que no desean ser exploradas por un ginecólogo varón llegan a las consultas generando un dilema legal y/o ético al ginecólogo.
Para ayudar al especialista a manejarlos, la Sociedad Española de Contracepción ha publicado el manual ‘Casos clínicos en contracepción’. La obra, coordinada por Ester de la Viuda, doctora del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario de Guadalajara, analiza casos clínicos concretos y concluye 12 recomendaciones de buena práctica clínica para asegurar una labor más segura y con mayor excelencia ética.
Javier Abellán, doctor en Medicina Legal y Forense y asesor jurídico de la Sociedad Española de Contracepción subraya una de entre todas las recomendaciones: ‘El facultativo debe dejar constancia siempre en la historia clínica de que ha informado convenientemente al paciente e incluir ahí tanto el consentimiento informado’.
En el caso de que se consolide la ley que eleva la edad de consentimiento a los 16 años, el experto comenta: ‘Lo que hasta ahora era una situación que podía entenderse de forma pasiva por parte de los profesionales, con la nueva ley, esta situación va a poner a los facultativos en un brete’. El experto detalla que se va a ver en la obligación ‘de tener que tomar cartas en el asunto’. En este sentido matiza que no tendrá que llevar a cabo la denuncia ni convertirse en un detective, ‘pero sí informar a los padres de que se está en la posible comisión de un delito de abusos sexuales’.
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