La prensa en papel se ha desplomado en los últimos ocho años. Los datos de la propia AEDE indican que las ventas han caído por lo menos un 30% mientras que los ingresos por publicidad se han desplomado en torno al 40%. Un derrumbe que no sólo ha afectado a las grandes cabeceras sino que además a los pequeños distribuidores de prensa que han tenido que amortizar en parte el dinero que están perdiendo los diarios y las revistas. El problema es que a diferencia de éstos no pueden hacer ERE ni recortar costes: sólo pueden cerrar. Los datos extraoficiales indican que al menos un 40% de los puntos de venta han cerrado.
La crisis ha traído consigo cierres casi diarios de puntos de venta. La mayoría han dejado de difundir revistas y otros han decidido dejar el negocio. Las estimaciones extraoficiales del sector hablan de que al menos un 40% de los puntos de venta que existían en 2007 han cerrado porque la inviabilidad del negocio. Según denuncian los propios quiosqueros gran parte de la destrucción del sector se debe a los distribuidores que cobren comisiones fijas a los pequeños comercios.
En el caso de Madrid muchos denuncian que se cobra un fijo de 30 euros semanales a pesar de que saben que no se venderá ni una décima parte de lo distribuido. En el caso del resto de países europeos sólo se paga el coste mínimo que cubre los costes.
La puntilla además la han dado los propios editores que han suscrito una serie de acuerdos para distribuir de manera conjunta sus cabeceras con revistas de muchas ventas y de mucho volumen para el quiosquero como por ejemplo ‘Cuore’, ‘Diez Minutos’, ‘Elle’ o ‘Mía’. El caso es que estas revistas generaban michos ingresos para los distribuidores, los que se pierden cuando se venden conjuntamente con otros diarios.
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