Los medios de comunicación no son especialmente dados a convertirse en protagonistas de la actualidad y por aquello de que “perro no come perro”, lo cierto es que la práctica común indica que el sector no es especialmente dado a la transparencia, salvo cuando sus empresas están obligadas por ser cotizadas.
Por ello no pasa desapercibido el protagonismo adquirido en las últimas semanas por el grupo Prisa, líder de la prensa española, volcado desde hace años en evitar una quiebra que ha estado demasiado cercana en más de una ocasión. La generación de caja es una constante en su estrategia empresarial desde hace tiempo que permitirá al grupo seguir haciendo frente a los plazos de vencimiento de su gruesa deuda.
Cuando las expectativas de crecimiento del mercado publicitario para 2015 oscilan entre el +7% y el +10%, Prisa se ve envuelto en un torbellino de noticias que ponen de relieve las dificultades del grupo y la permanente búsqueda de soluciones para salir de la zona peligrosa.
La última, sería la decisión de desprenderse de las cuatro publicaciones que componen su división de revistas compuesta por Rolling Stone, Cinemanía, Car y Claves, noticia que se uniría al hecho de que el holding árabe International Media Group pase a convertirse en el segundo accionista de Prisa que controlará un 10%, al comprometerse a suscribir íntegramente una ampliación de capital de 75 millones de euros.
En el mismo escenario se sitúa el anuncio de la empresa de que recomprará deuda con un descuento del 25%, lo que le permitirá amortizar 63 millones de euros procedentes de la venta de acciones de TL5 por lo que obtuvo 47,3 M euros.
Dentro de la actual política del grupo editorial, hay que ubicar la venta por parte de Prisa de un 2,17% del 5,15% que le quedaba en Mediaset para poder cumplir con los plazos de devolución de su deuda (2.728 millones) pactados en 2013. La venta de las 8,81 millones de acciones, valorado en unos 109,5 millones de euros, ha reducido el peso del grupo en el capital de Mediaset hasta el 2,98% por lo que ha dejado de ser, oficialmente, un accionista de referencia de Telecinco.
El portfolio de noticias referidas a Prisa se cierra con la rebaja del precio de venta de Canal+ a Telefónica a la que se ha visto obligado el grupo, lo que le supone registrar un deterioro adicional de 23,8 millones de euros.
El contrato de venta firmado con Telefónica incluye una serie de cláusulas que obligan a ajustar el monto de la operación en función de la evolución del negocio de Canal+, el número de clientes y el resultado del contencioso que mantiene Prisa con Mediapro.
La noticia supone rebajar el precio de venta de Digital+ de 750 millones a 719. Además, a parte de este primer ajuste, todavía se podría rebajar más el precio de venta final hasta que se cierre definitivamente la operación y cuyo desenlace está en manos de la CNMC.
Carlos Díaz-Güell es editor de www.tendenciasdeldinero.com y de www.innovaspain.com