‘Mira y siente’ reza en la descripción de Instagram en Google pero no todo van a ser cosas bonitas y es que si algo destaca en la red de fotografía es precisamente el conocido como postureo: viajes, gastronomía, fotografías imposibles, Starbucks, moda, belleza… Pues bien, la corriente que no tolera ya tanta superficialidad hasta el punto de ‘censurar’ la realidad ha llegado a la plataforma social para quedarse.
El caso más llamativo lo protagoniza la poetisa paquistaní Rupi Kaur que se ha hecho conocida en Instagram por reivindicar el ‘otro lado’ de la vida de las mujeres que no siempre están perfectas en la playa tomando el sol con un espectacular físico sino que también tienen días algo complicados.
Kaur decidió colgar en la red social su ciclo de fotografías ‘Period’ en el que refleja las situaciones que viven las mujeres cuando están con la menstruación, unas imágenes que no hicieron especial gracia a la plataforma que rápidamente optó por eliminarlas provocando la indignación de parte del colectivo femenino para después rectificar y volver a publicar las imágenes.
Pero estos días la censura en Instagram ha saltado a las Redes Sociales de la mano de la Reina del Pop, Madonna, que tras publicar una fotografía retro en topless vio como la red social la eliminaba, conforme a sus políticas de privacidad.
En vista de este ‘veto’, la cantante decidió compartir otro de sus topless pero esta vez con una barra negra que cubría sus pechos en señal de protesta. ‘¿Por qué está bien mostrar el trasero pero no los pechos? Ahogándome en la hipocresía de las Redes Sociales’, expresó la artista en su perfil.
No obstante, la auténtica polémica se desató allá por 2013 cuando Amy Woodruff subió a Instagram una foto de ella desnuda mientras amamantaba a su bebé y practicaba yoga, una estampa tras la cual vio cómo su perfil era eliminado de la red social y es que la lactancia tampoco es uno de los temas preferidos de Instagram pese a que últimamente se ha vuelto más permisiva, quizá el ‘boom’ de amamantar entre las modelos haya ayudado.
Aunque si hay alguien que se ha convertido en un auténtico ‘troll’ para Instagram es Miley Cirus que día tras día juega al límite con sus imágenes en la red social, hasta el punto de que el pasado mes de enero responsables de la compañía reconocían en medios estadounidenses que se habían planteado echar el cierre a la cuenta de la cantante, como ya ocurriera con la de Rihanna ante sus numerosos desnudos.
¿Dónde están los límites? He aquí la política de privacidad de Instagram y, por suerte para sus más de 300 millones de usuarios, el postureo por el momento no está penalizado.
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