El enfrentamiento entre el máximo representante de los médicos y de su homólogo en Enfermería, que no enfermero sino licenciado en podología, ha provocado que los médicos y enfermeros de nuestro país se sientan tremendamente abochornados. A través de Twitter, muchos han sido los que han expresado su discrepancia con la insensata e incongruente guerra que se han declarado Máximo González Jurado y Juan José Rodríguez Sendín. El hashtag #NoEsMiGuerra ha unido a quienes no se consideran enemigos, sino compañeros cuyos objetivos van más allá de las hostilidades personales: conseguir superar las barreras existentes para mejorar la atención al paciente.
No es mi guerra. Así de contundentes se han mostrado los profesionales y compañeros de Enfermería y de Medicina que se han hecho eco de las declaraciones que el presidente de los primeros, Máximo González Jurado, realizaba ayer en medio de una gran expectación mediática. Y es que, González Jurado, asesorado por su equipo de Comunicación al completo, no lo dudó dos veces para tachar de ‘hooligans’ y de ‘talibanes’ a quienes han rarificado el documento que rechaza la prescripción enfermera.
El máximo representante de los enfermeros ha optado por increpar a su eterno enemigo personal y por dejarse llevar por la soberbia y por rencores personales en vez de poner sobre la mesa los argumentos científicos que demuestran que la prescripción enfermera es beneficiosa para el paciente; en vez de aportar algo de sensatez a las ofensivas palabras del representante de los médicos; en vez de hacer valer la labor de sus representados.
Así no es de extrañar que la Enfermería se sienta insultada e indefensa. Ante la impotencia, llaman a la precaución: ‘El tema no se solucionar rompiendo relaciones con un interlocutor necesario y denunciándolo por difamarnos en un medio de tirada nacional’. Quizá González Jurado debería empezar a considerar el hecho de asesorarse por personas con esta cordura y no por su ‘insolvente’ equipo de Comunicación, dirigido por Íñigo Lapetra.
Después de este espectáculo, los enfermeros vuelven a dejar patente a través de Twitter y de sus blogs profesionales que su presidente no les representa, que ha dado una imagen ‘triste e irresponsable a la población’, a quienes también ha llevado a la confusión de que los médicos no son sus compañeros, sino sus enemigos, y que no ha sido capaz de preparar (aunque ha tenido 11 días para hacerlo) una estrategia acorde con las circunstancias. En cambio, ha buscado el combate cuerpo a cuerpo con Rodríguez Sendín.
Lleguen los tiros a donde lleguen, lo que los profesionales han dejado claro es que se niegan a que la reputación que han conseguido durante muchos años de trabajo y esfuerzo sea pisoteada por las tiranteces personales de sus representados. Esta no se su guerra.
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