Una gran cantidad de estudios han demostrado que los videojuegos violentos contribuyen a que el niño o el adolescente desarrolle una conducta antisocial y agresiva. Y no solo las imágenes son las responsables de que el usuario adquiera esta actitud provocativa; las narraciones o la falta de ellas también son un elemento determinante, sobre todo si propician la participación del sujeto en elecciones significativas.
Sobre estas narraciones ha puesto el foco un reciente estudio publicado en Social Psychological and Personality Science. Los investigadores de la Universidad de Freiburg, Daniel Bormann y Tobias Greitemeyer, exploraron el mundo de los videojuegos para conocer la sensación del usuario al someterse al impacto emocional del destino del protagonista y, en concreto, para saber si la narración fomenta la inmersión y cambia el modo en que los jugadores evalúan los estados mentales de otros.
Los investigadores descubrieron que los elementos narrativos del videojuego no solo contribuyen a crear una experiencia más inmersiva e intensa; también fomentan habilidades que son útiles en el día a día para determinados trastornos clínicos. En el caso del autismo, por ejemplo, estas narraciones podrían reportar beneficios prosociales.
Pero no fueron las únicas revelaciones del estudio. Con las conclusiones sobre la mesa y a falta de conocer cómo afecta la narración a la teoría de la mente, Bormann y Greitemeyer aseguran que estar inmerso en una historia ficticia rica en narrativa aporta al jugador un sexto sentido para percibir oportunidades en las diferentes opciones que le brindan la vida y las relaciones sociales. Encontraron que los elementos de la narrativa afectaban a la teoría de la mente.
Estos hallazgos pueden ser de gran ayuda para que médicos y desarrolladores de software pongan en marcha herramientas orientadas a contribuir con el tratamiento clínico de trastornos caracterizados por alteraciones de carácter social, como los trastornos autistas.
‘Las estrategias de motivación para participar y disfrutar de los videojuegos se corresponden con las directrices aplicadas en general por los especialistas en psicología para la motivación humana’, dice Daniel Bormann. En este sentido, ‘la industria del videojuego ofrecen a los jugadores una gama de opciones significativas para personalizar la narrativa del juego y dotar al medio ambiente de características más afines a los gustos del jugador; pero además, proporciona retos y animar a los jugadores a experimentar la conexión social’.