El Grupo PROTEGES, con la colaboración de Sanofi, ha elaborado un documento de consenso basado en el análisis de la información disponible y la amplia experiencia de sus miembros con la esperanza de que ayuden en la toma de decisiones que el médico debe realizar a diario en la práctica clínica. La colaboración multidisciplinar entre todas las especialidades que abordan este tipo de patologías como ginecólogos, hematólogos e internistas, es crítica para el manejo de la trombofilia y sus complicaciones.
El documento se presentó la semana pasada en Sevilla, de la mano de la Dra. Mª José Gutiérrez Pimentel, en un encuentro que contó con la participación de más de 35 especialistas. La Dra. Mercedes Martínez Benavides, del Servicio Ginecología del Hospital Universitario Virgen Macarena, y el Dr. Javier Rodríguez Martorell, del Servicio de Hematología del Hospital Universitario Virgen del Rocío, participaron como ponentes en la presentación del Grupo y destacaron el reto de conseguir unificar criterios en el manejo de la trombofilia en embarazadas.
Las enfermedades tromboembólicas siguen siendo uno de los retos principales en el manejo del embarazo y el posparto en los países desarrollados. Se estima que una de cada mil mujeres embarazadas padece algún tipo de trombosis venosa, e incluso entre 1,1% y 1,5% de estas mujeres por cada 100.000 nacimientos fallecen por tromboembolismo pulmonar en Estados Unidos y Europa. La trombofilia, que es la tendencia a desarrollar trombosis en las venas, bien sea hereditaria o adquirida, es una de las causas de esta enfermedad.
Los abortos de repetición son uno de los problemas ginecológicos más frustrantes tanto para la pareja como para el médico. Se estima que la incidencia de abortos de repetición en la población obstétrica general es de un 15%, siendo diversas las causas que los pueden provocar, entre las que están las causas genéticas, factores anatómicos, endocrinos y trastornos de la coagulación, como la trombofilia. También la trombofilia puede ser la causa de otras complicaciones obstétricas como preeclampsia, crecimiento intrauterino retardado o el desprendimiento de placenta.
Las mujeres con trombofilia que se someten a un tratamiento de FIV tienen 10 veces más riesgo de trombosis que por concepción natural. En mujeres embarazadas tras FIV la incidencia de trombosis es de hasta 4 de cada 1.000. En España hay más de 20.000 mujeres tratadas al año con estas técnicas.
Aunque existe evidencia científica y guías de práctica clínica (GPC) sobre el manejo de la trombosis venosa en las mujeres gestantes, en lo relativo a la prevención de los abortos de repetición o la mejora del fallo de implantación en mujeres sometidas a FIV, la evidencia científica es limitada en cantidad y calidad, y las GPC no suelen hacer recomendaciones claras o simplemente no hay GPC.