Hoy es día de hacer memoria. El reality por excelencia de nuestro país está de aniversario: ‘Gran Hermano’ cumple quince años. Ya ha pasado década y media desde que los primeros concursantes se arriesgaran a vivir la vida en directo. Fue la edición que acabó ganando Ismael Beiro, y que sembró precedentes, revolucionando y sorprendiendo a propios y extraños
Pero después de una década y media después, ¿ha perdido el reality su esencia más pura? ¿Qué es lo que queda de aquella vida en directo en la que todos sus concursantes se ponían en manos de la audiencia sin saber ni tener en cuenta la repercusión de ahora?.
No hay más que comparar la primera edición y la última. Sólo fijándonos en la casa podemos ver a simple vista la evolución del concurso y los cambios más radicales.
Poco queda de la improvisación y son mucho más notorias las estrategias. Se ha perdido el factor sorpresa, y cada vez está menos clara la línea que prohíbe recibir cualquier tipo de información del exterior.
Discusiones han existido siempre. Sin embargo, si antes se premiaba a aquellos concursantes que podían presumir de integridad, fidelidad y discreción, el perfil ganador de la audiencia ha dado un giro que beneficia a la polémica.
Pero también hay cosas que no cambian. La más mítica, su presentadora, Mercedes Milá que tan sólo se perdió la tercera edición de concurso que presentó Pepe Navarro. Ella será la encargada de conducir también ‘Gran Hermano 16’ que ya se anuncia y que abrió su nuevo casting hace varias semanas.
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