‘El País’ redujo sus ventas un 12% en marzo hasta los 142.000 ejemplares con una difusión que se recortó un 16% hasta los 237.000 ejemplares. El diario de Prisa sigue liderando pero no puede abstraerse al desplome generalizado del sector. Y lo que es peor, sus bajas ventas empiezan a afectar a las cuentas del diario. ‘El País’ redujo sus ingresos un 16% durante el primer trimestre, pese a aumentar sus ingresos por publicidad un 5,4%.
‘No hay que dejar morir el papel’. Fue la reflexión de Juan Luis Cebrián minutos después de la Junta de Accionistas del lunes pasado en la que paradójicamente llevó el foco de interés hacia la televisión en TDT. Y lo hizo en presencia del propio Antonio Caño, una apuesta personal de la que está cada vez menos convencido a pesar de llevar poco menos de dos años en el cargo.
Y es que la estrategia de Caño es precisamente la contraria: reforzar a toda costa el digital y duplicar las visitas en un año. El problema es que las previsiones del equipo de Cebrián indican que los ingresos de Internet siguen estando por debajo de los de papel y no logran tomar el esperado relevo. Solo en publicidad los ingresos digitales de ‘El País’ en enero representaron el 34% del total.
Una cifra aún insuficiente y que no avala el hecho de dejar morir el papel. Para Cebrián ‘El País’ en papel ha desaparecido del mapa político y ha perdido total sintonía con la calle y sus lectores. Los descensos son en difusión, en ventas y en lectores y no es coincidencia que todos los indicadores caigan a la vez.
Cebrián ha dado un toque de atención a Caño para que remonte la situación, una advertencia que incluye especialmente al papel. En concreto le ha dado a comienzos del próximo curso para que pilote la recuperación. Estamos hablando de octubre, para el Presidente Ejecutivo de Prisa tiempo suficiente para que las medidas que se implanten surtan sus primeros efectos.
Pero Caño no lo ve nada claro. Cree que el hundimiento del sector es generalizado y que poco se puede hacer para intentar revertir la tendencia. Ha intentado hacer un diario con más magazine y con más sociedad, pero ha fracasado, perdiendo peso político e influencia social. Y ahora darle la vuelta es muy complicado sin que se resientan aún más las ventas. Una complicada papeleta que puede augurar un ‘otoño caliente’ en ‘El País.
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