La crisis económica ha causado mucho daño en nuestro país; pero también ha sido uno de los motores que han propiciado que el sector sanitario se reinvente y se adapte a la innovación y a las nuevas tecnologías para mejorar su eficiencia y el buen uso de los recursos públicos. La industria farmacéutica, por ejemplo, ha intentado superar los obstáculos de la crisis dirigiendo esfuerzos a rodearse de los mejores expertos en innovación. Pero ¿cuáles son las claves de estos especialistas para despertar el lado más creativo de compañías tan restringidas por normas legales y éticas?
En una entrevista emitida en Digitalmente Saludable con la colaboración de Sanofi, el experto en innovación Phillipe Delespeuse se desprende del mito de que la capacidad de fabricar ideas novedosas o encontrar nuevas soluciones a retos existentes sea cosa de genios. Muy al contrario, afirma que, en creatividad, todo es posible ‘con herramientas y con práctica’. Su técnica incluye una serie de consideraciones:
1. Generar nuevas preguntas. ‘Es lógico que, si me hago la misma pregunta de siempre, llegaré a la misma respuesta de siempre’, subraya. A este respecto, indica que Existen técnicas tan simples como cambiar las palabras que integran la pregunta.
2. El ‘brainstorming’. El experto señala que la creatividad no es solo la generación de ideas, es decir, el ‘brainstorming’ formaría parte de una segunda fase del proceso. Durante este periodo, se utilizan técnicas más intuitivas o más provocadoras para ayudar a generar ideas originales.
3. Contar con perfiles heterogéneos. ‘El peor entorno para la creatividad es un entorno de expertos’, asegura Delespeuse. La homogeneidad de perfiles tiene como inconveniente ‘mayores prejuicios para dar con ideas rompedoras’.
4. Quitarse la corbata. Para Delespeuse, es muy importante crear un entorno que favorezca la creatividad. En este sentido, ayuda evitar sitios donde ‘solemos tener pensamientos lógios y racionales. ‘Sin corbata se generan más ideas’, indica.
5. Buscar la cantidad y no la calidad de las ideas. ‘No existen ideas malas’, asegura el experto. Debemos deshacernos de criterios restrictivos, como por ejemplo, transmitir solo las ideas buenas. ‘Si nos centramos es generar muchas ideas, por estadística tendremos alguna buena’, apunta.
6. No evitar el error, sino aprender a gestionarlo. ‘Si la gente no acepta que la idea puede fallar, el proceso creativo no va a funcionar’, advierte Delespeuse. El experto anima a aprender a ‘aceptar que alguna idea no va a funcionar y organizarme para que el fallo no me haga daño; es decir, probar la idea de forma rápida y barata para ver si voy en el buen camino. Si no funciona, aprenderé del error’. ‘El error es una fuente de mejora’, insiste.
7. No apresurarse a la hora de deshacerse de las ideas ‘malas’. ¿Cuándo llega el momento de elegir las ideas que van a salir adelante? El experto recomienda no apresurarse en este juicio porque las ideas nuevas no suelen cumplir con todas nuestras exigencias (sea factible, rentable, rápida e incluso divertida), por lo que ‘mataríamos cualquier idea que sea disruptiva’. ‘Yo siempre digo que si no le encuentras ningún punto negativo es que tu idea no tiene mucho potencial’.
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